Un año más, una punzada más del alfiler. Agujetero es mi corazón solitario.
Piedra de mar
Hoja seca
Agujero entre las nubes de la noche
Huesos perdidos
Lejana esperanza
Amantes que se separan con las olas y el cielo
Amantes y no amantes que se reencuentran solos mirando sus espejos, solos, bañándose a solas, mirándose en la oscura penumbra del desvelo, mirándose uno al otro, cada quien en su cuarto, separados y solos.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
En la esquinita triste...
En las esquinita triste de la calle 8 va cruzando tu recuerdo.
Es cierto que te extraño, así como también es cierto que tu dejaste de extrañarme el día en que te besé por primera vez.
Mira como curva ese recuerdo tuyo la esquina de mi casa.
Y pensar que te escogí sin pensarlo
Y pensar que te eligiria mil veces
Las mismas veces que me olvidarías.
Mira como viene el recuerdo disfrazado de brisa.
Es cierto que te extraño, así como también es cierto que tu dejaste de extrañarme el día en que te besé por primera vez.
Mira como curva ese recuerdo tuyo la esquina de mi casa.
Y pensar que te escogí sin pensarlo
Y pensar que te eligiria mil veces
Las mismas veces que me olvidarías.
Mira como viene el recuerdo disfrazado de brisa.
sábado, 19 de diciembre de 2015
Una y otra vez
Nos enamoramos para multiplicar las ganas de estar vivos.
Nos enamoramos para no pensar en nada más, para distraernos del mundo, para caer sin piso, sin malla, sin nada.
Para olvidar que sangramos, que morimos lentamente y sin remedio.
Es el amor tal vez, en su climax, un mecanismo de defensa ante la desolación.
Y al final como la serpiente que muere con su propio veneno, lloramos, sufrimos, perdemos.
Cuántas cicatrices?
Cuántas vidas?
Cuánta mentira?
Cuánta soledad?
Y luego de todo eso, regresamos al sitio de partida.
Y sin contar esta HERIDA que se abre una y otra y otra vez.
Nos enamoramos para no pensar en nada más, para distraernos del mundo, para caer sin piso, sin malla, sin nada.
Para olvidar que sangramos, que morimos lentamente y sin remedio.
Es el amor tal vez, en su climax, un mecanismo de defensa ante la desolación.
Y al final como la serpiente que muere con su propio veneno, lloramos, sufrimos, perdemos.
Cuántas cicatrices?
Cuántas vidas?
Cuánta mentira?
Cuánta soledad?
Y luego de todo eso, regresamos al sitio de partida.
Y sin contar esta HERIDA que se abre una y otra y otra vez.
martes, 1 de diciembre de 2015
No saberlo
Me pregunto si me habrás querido alguna vez. Si tal vez mañana te despiertas y me piensas y no puedes sacarme de tu cabeza en todo el día, si en los papeles del trabajo alguna frase te habló de mi, si alguna canción que sonó en algún lado te hizo pensar en mi.
Sería bueno saberlo para quitarme la tristeza
Sería bueno NO saberlo, para quitarme la tristeza
para siempre.
Sería bueno saberlo para quitarme la tristeza
Sería bueno NO saberlo, para quitarme la tristeza
para siempre.
Quiero encontrar a alguien...
Quiero encontrar a alguien que te borre de la faz de mi tierra, para siempre. Que te borre como tu borraste todo mi pasado.
Que haga inmune tu recuerdo.
Empezar de nuevo.
Que haga inmune tu recuerdo.
Empezar de nuevo.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Será posible?
Si sentiste lo mismo que sentí yo la primera vez que nos besamos, entonces es probable que aveces también sientas por mí la misma falta que siento de ti.
Como hoy, me he quedado inmersa en la claridad del cielo, pensando si también estarías viéndolo en aquel instante.
Esposible que hoy nuestras miradas se hayan cruzado en la inmensidad del espacio.
Eres tal vez esa parte de mí que perdí hace millones de años, soy tal vez el anhelo que escondes en las profundidades de tu corazón.
Como hoy, me he quedado inmersa en la claridad del cielo, pensando si también estarías viéndolo en aquel instante.
Esposible que hoy nuestras miradas se hayan cruzado en la inmensidad del espacio.
Eres tal vez esa parte de mí que perdí hace millones de años, soy tal vez el anhelo que escondes en las profundidades de tu corazón.
martes, 17 de noviembre de 2015
Tengo ganas...
Tengo ganas de regresar a octubre, de mirar la luna dibujando pajaritos en tu ventana. Tengo ganas de escribirte una nota y decirte que te extraño, que algo me duele en un lugar de mi cuerpo, que no sé dónde es que me duele, pero lo siento.
Ya te habrás ido, ya te marchaste sin retorno. Seguiré escribiéndote en silencio, seguiré siendo esto que soy.
Hay veces que me extraño damasiado.
Cuando alguien te deja de amar.
Cuando alguien te deja de amar es como si hubiera muerto, lo miras y notas que sus ojos no brillan, que ya no puede ver tu pasado ni tu futuro, ni adivinará el siguiente gesto que harás.
Cuando alguien te deja de amar es como si estuvieras muerto tú mismo.
Los desamores son pequeñas muertes. Asistimos a nuestro funeral todas las mañanas y se anda como sonámbulo, persiguiendo el propio rastro.
Cuando alguien te deja de amar es cuando te das cuenta de cuán distraído estabas de tu infinita soledad.
Cuando alguien te deja de amar es como si estuvieras muerto tú mismo.
Los desamores son pequeñas muertes. Asistimos a nuestro funeral todas las mañanas y se anda como sonámbulo, persiguiendo el propio rastro.
Cuando alguien te deja de amar es cuando te das cuenta de cuán distraído estabas de tu infinita soledad.
lunes, 9 de noviembre de 2015
Con un beso.
He tenido los ojos abiertos demasiado tiempo, ciérramelos con un beso.
He tenido mi cuerpo intacto por mucho tiempo ya, hazme temblar, sentir, gritar con un beso.
He estado de pie mucho tiempo, hazme caer con un beso.
Bésame, hazme olvidar, borrame, reinventame, armame; bésame, no me dejes ir, sujétame, no me dejes volar, atame al largo de tu pelo, sonrrieme de cerca, respirame en la cara, devuelveme la piel, llevate los imsonios, esperame, llámame, dime que tu también quieres que te bese.
Toma venganza de todo mi pasado.
He tenido los ojos abiertos demasiado tiempo, besame y hazme soñar.
Nunca
Si decidieras mirarme, darte la vuelta y verme, pero no con tus ojos de siempre, sino con tus ojos de nunca. Si decidieras sonreirme con tu sonrisa pequeña, hablarme con esa voz rápida y descontrolada, pero hablarme de algo ilógico; contarme tus historias de navegante de nubes, decirme qué tanto te gustan las gotitas de agua que quedan pegadas a las hojas después de la lluvia, hablarme de ti, de ti sin mi, de cuando yo no estaba, de cuando no existía. Pero la fila del banco sigue su lento curso y el tráfico no avanza y se hace tarde, osurece y hay que llegar temprano, y tus ojos miran a través de mi, mirarás todos los transeúntes y no me distinguiras, no soy yo, no seré yo. Seré quien no mires, seré ese espacio en el tiempo en que tu sonrisa se desvía hacia otro rostro y yo quiero ser ese otro rostro, y yo quiero ser para ti, y que me beses con todas tus ganas, con toda tu boca y que después te vayas a donde tengas que estar.
domingo, 1 de noviembre de 2015
Ya es sólo uno
Ya me han dejado ir otras veces, ya me han devastado el alma, ya me han robado el sueño y la alegría, no te creas que vienes a traerme algo nuevo y raro. No creas que este árbol no ha mudado ya todas sus hojas, no te lo creas.
Ya me han enganchado a la melancolía con el mismo cinismo con el que dices: "no quiero herirte" cuando la herida ya estaba hecha desde el mismo instante en que te conocí.
Intento acostumbrarme a mi, al silencio del teléfono y a los orgasmos pequeños.
Un sólo plato, una sola copa de vino rojo y en la ventana el sueño rebelándose como las gotas de lluvia.
Y en la puerta el timbre que ya no suena, el perro que no ladra, las flores que se murieron, las cartas borradas y las fotografía como testimonios crueles de un dos que ya es sólo uno.
Ya me han enganchado a la melancolía con el mismo cinismo con el que dices: "no quiero herirte" cuando la herida ya estaba hecha desde el mismo instante en que te conocí.
Intento acostumbrarme a mi, al silencio del teléfono y a los orgasmos pequeños.
Un sólo plato, una sola copa de vino rojo y en la ventana el sueño rebelándose como las gotas de lluvia.
Y en la puerta el timbre que ya no suena, el perro que no ladra, las flores que se murieron, las cartas borradas y las fotografía como testimonios crueles de un dos que ya es sólo uno.
Tu primer beso
Yo fui tu primer beso, no lo vas a negar, no lo negarás ahora que la luna está cortada por un tajo de noche; ahora que la ves cansada, a la luna cansada de octubre, no se lo puedes negar.
Allá, donde quiera que estés, en esa lejanía de árboles de lienzo, sigues cerrando todas las ventanas por las que asomo a verte, enterrando todos mis recuerdos con la sutilidad que corresponda.
Olvidándome. Pero no importa cuantas veces me olvides, así de tantas cerrarás tus ojos y volverás a verme, así de tantas alguien tocara tus labios y recordadas los míos, así de tantas como sea posible, cuando seas posible.
lunes, 26 de octubre de 2015
Que bueno es saber que no soy el amor de tu vida.
Que bueno es saber que no soy el amor de tu vida. Fue imposible para mi, ya ves como soy de torpe a veces.
No tengo esa astucia necesaria para herir, para mentir y mucho menos para quererte menos de lo que podría.
Que bueno es que no me quisiste, que no me quieras, porque al mirarte, al mirar tus ojitos tristes y pequeños, considero que hacerte daño sería herir mi propia eternidad, y eso, mi cielo, eso es trabajo de ese amor que decidiste acoger con tu propia vida.
Y no creas en mi último mensaje, porque ya no te estoy esperando, no espero nada, es mejor así, a veces es mejor.
Ahora sólo espero aprender otros acordes, porque mi guitarra está ya cansada de los mismos dos y de oxidarse sola en la pared de mi cuarto.
Sonríe, que la vida te esta fotografiando todo el tiempo.
No tengo esa astucia necesaria para herir, para mentir y mucho menos para quererte menos de lo que podría.
Que bueno es que no me quisiste, que no me quieras, porque al mirarte, al mirar tus ojitos tristes y pequeños, considero que hacerte daño sería herir mi propia eternidad, y eso, mi cielo, eso es trabajo de ese amor que decidiste acoger con tu propia vida.
Y no creas en mi último mensaje, porque ya no te estoy esperando, no espero nada, es mejor así, a veces es mejor.
Ahora sólo espero aprender otros acordes, porque mi guitarra está ya cansada de los mismos dos y de oxidarse sola en la pared de mi cuarto.
Sonríe, que la vida te esta fotografiando todo el tiempo.
viernes, 9 de octubre de 2015
Estar cansado, cansado de todo.
Estar cansado, cansado de estar sólo, de estar acompañado, de respirar a veces y de que otras veces te falte el aire.
Ser una pequeña hoja seca en medio la brisa de octubre, ir de un lado a otro sin saber si tu sitio al fin está en todas y en ninguna parte a la vez.
Una vez tuve un mal amor, era cruel y olvidadizo, no pudo detener el peso de mis besos y me dejó caer junto a las rocas de la playa. Luego tuve un buen amor, de esos que te hacen creer que serán por siempre y que son tan, pero tan buenos, que no puedes odiarlos porque son despiadadamente buenos, cruelmente buenos, de esos que te sostienen la caída, pero igual te caes.
Desde acá abajo sin reproches ya, aceptando el tiempo y la muerte a las espaldas, se ven con mayor atención las cosas que pasan: las rasgaduras del tiempo en el corazón, la mancha de amor que llevan los árboles en sus tallos marrones, la ligera marcha de los cangrejos, los pensamientos de las grices estatuas de todas las plazas y los espasmos del corazón cuando viene saliéndose por los ojos.
Ser una pequeña hoja seca en medio la brisa de octubre, ir de un lado a otro sin saber si tu sitio al fin está en todas y en ninguna parte a la vez.
Una vez tuve un mal amor, era cruel y olvidadizo, no pudo detener el peso de mis besos y me dejó caer junto a las rocas de la playa. Luego tuve un buen amor, de esos que te hacen creer que serán por siempre y que son tan, pero tan buenos, que no puedes odiarlos porque son despiadadamente buenos, cruelmente buenos, de esos que te sostienen la caída, pero igual te caes.
Desde acá abajo sin reproches ya, aceptando el tiempo y la muerte a las espaldas, se ven con mayor atención las cosas que pasan: las rasgaduras del tiempo en el corazón, la mancha de amor que llevan los árboles en sus tallos marrones, la ligera marcha de los cangrejos, los pensamientos de las grices estatuas de todas las plazas y los espasmos del corazón cuando viene saliéndose por los ojos.
lunes, 5 de octubre de 2015
En la noche
Tu boca entre abierta llamándome, tus ojos cerrados, tu piel, tus besos subterráneos, los barcos de mis manos navegando en tus aguas, tu temblor, tu respiración cargada de lluvia y estrellas; tus ganas, las mías.
A lo largo de tu cuerpo, el mío. Buscándonos desesperadamente en la oscuridad. Encontrándonos, soñándonos, olvidándonos, nos, nos, nos, las terminaciones de las palabras que nos unían y luego otras.
Tú, abriéndote a mi cielo, cayendo sobre mí, derramándonos, perdiéndonos por completo en pequeños gritos, en pequeños silencios.
Agudos y perfectos cuerpos iguales, con los labios llenos de cerveza y de vino. Afuera nada, adentro? Yo, tu, o al revez o en todas las formas, como las figuras que hacía tu lengua entre las ranuras cósmicas de mi soledad.
A lo largo de tu cuerpo, el mío. Buscándonos desesperadamente en la oscuridad. Encontrándonos, soñándonos, olvidándonos, nos, nos, nos, las terminaciones de las palabras que nos unían y luego otras.
Tú, abriéndote a mi cielo, cayendo sobre mí, derramándonos, perdiéndonos por completo en pequeños gritos, en pequeños silencios.
Agudos y perfectos cuerpos iguales, con los labios llenos de cerveza y de vino. Afuera nada, adentro? Yo, tu, o al revez o en todas las formas, como las figuras que hacía tu lengua entre las ranuras cósmicas de mi soledad.
domingo, 4 de octubre de 2015
Siempre en la mirada.
Entre la lluvia menuda de aquella hora y el rechinar de los automóviles iba cayendo la noche. El vidrio se empañaba. Ya no era lo mismo, lo sabía, empuñaba las manos debajo del bolso y aguantaba una ganas viejas, retenidas, retorciendo los dedos para mitigar el momento.
La miraba a su lado, sus ojos oscuros y distantes, no miraban más que al parabrisas. No había duda de la ausencia infinita que ahora les separaba después de tantos días.
Por qué será que más que en ninguna parte la ausencia real y completa se termina notando siempre en la mirada?
La miraba a su lado, sus ojos oscuros y distantes, no miraban más que al parabrisas. No había duda de la ausencia infinita que ahora les separaba después de tantos días.
Por qué será que más que en ninguna parte la ausencia real y completa se termina notando siempre en la mirada?
jueves, 1 de octubre de 2015
Despierta.
...entre tanto el tiempo se devora su piel, sus manos, sus sueños. La soledad descubre nuevos imsomnios y en la oscuridad de la noche escucha el sonido de su sangre por todos los rincones de la casa.
M -Estas sola, sola, sola e irremediablemente despierta, con tus ojos abiertos al abismo.
Nadie va a venir a salvarte, nadie se lanzará en picada por ti, nadie.
H- Sí, así es, y ya han pasado 32 inviernos.
M -Estas sola, sola, sola e irremediablemente despierta, con tus ojos abiertos al abismo.
Nadie va a venir a salvarte, nadie se lanzará en picada por ti, nadie.
H- Sí, así es, y ya han pasado 32 inviernos.
miércoles, 29 de julio de 2015
A esta hora mi gato...
Mi gato se limpia los bigotes, caen gotitas que salpican su quietud. Persigue las corrientes de la calle con sus ojos grices, mueve la cola hacia los lados, me mira.
Sus orejas se levantan un poco, cambian de dirección constantemente como antenas; sabrán sus más oscuros secretos, qué oirán sus delgadísimas luces sonoras. Me mira.
Sus orejas se levantan un poco, cambian de dirección constantemente como antenas; sabrán sus más oscuros secretos, qué oirán sus delgadísimas luces sonoras. Me mira.
Lluvia de tarde
La lluvia de la 1:30 de la tarde desciende sobre la ciudad con sus cabellos húmedos. Es preciso cerrar los ojos y escucharla. Salen los niños a correr por las calles, a saltar en los charcos, un ave aprovecha las gotas desde las redes eléctricas. Todo es más lento, el día envejece y oscuras las nubes marchan despacio hacia otras tierras.
domingo, 5 de julio de 2015
Y mi lengua en círculos...
Y mi lengua en círculos dibujaba rosas en el aire de la noche.
Por mi pecho pasaba el aire y me atravesaba, todos mis males caían de golpe como caen las hojas de los árboles con la brisa menuda del tiempo.
Como si me inyectarán nubes en las venas.
Por mi pecho pasaba el aire y me atravesaba, todos mis males caían de golpe como caen las hojas de los árboles con la brisa menuda del tiempo.
Como si me inyectarán nubes en las venas.
Palabras de fuego.
Le taparon la boca, le cerraron los ojos, y le salían las palabras por las manos.
Le cortaron las manos, la pusieron al sol, y le salían las palabras por los poros.
La quemaron viva y enterraron sus cenizas, y al final de la tarde explotó el aire en fuego fatuos que lanzaban palabras de fuego y que sólo podieron leer los niños.
Le cortaron las manos, la pusieron al sol, y le salían las palabras por los poros.
La quemaron viva y enterraron sus cenizas, y al final de la tarde explotó el aire en fuego fatuos que lanzaban palabras de fuego y que sólo podieron leer los niños.
viernes, 19 de junio de 2015
Mi día a día.
La luna nos extraña. Mírala como se inclina, sabe dónde vives tu, sabe desde dónde la miro yo. Quiere que de nuevo vuelva a escribirle versos, a compararla contigo, a besarla con los ojos cerrados. Pero no es posible.
Hace mucho que no nos vemos las tres.
Es imposible a veces que ella no logre recordarme a ti, es imposible que una nostalgia infinita no empiece a abrazar mis tardes, de los martes, sobre todo los martes, y es tanto así, que te recuerdo con cada cosa que miro.
Pero ésta es la lógica del olvido que llega y busca ser olvidado de nuevo, que se esconde y reaparece.
Hoy, ayer, casi toda la semana pensé en ti; ya no me duele, te lo confieso ahora, con los párpados llenos de sueño por un día pesado, te lo confieso.
Me va mejor por estos días, no es que haya encontrado el amor, o quién sabe. Pero tengo abrazos nuevos, besos nuevos que me llenan de ternura y de placer, sonrisas nuevas que me invitan a quedarme, que me calman. Ya no hay desasosiegos por tu eterna búsqueda de otros y otros y otros compromisos efimeros con el sexo y la perfección de tu status.
Solo soy yo, mirando la caída del sol y escuchando la misma tonta canción de Katy.
Este es mi día a día, esta es mi vida.
Y aunque tengo claro que no quiero que vuelvas, aún te quiero. Cómo no hacerlo?
Como no hacerlo?
Hace mucho que no nos vemos las tres.
Es imposible a veces que ella no logre recordarme a ti, es imposible que una nostalgia infinita no empiece a abrazar mis tardes, de los martes, sobre todo los martes, y es tanto así, que te recuerdo con cada cosa que miro.
Pero ésta es la lógica del olvido que llega y busca ser olvidado de nuevo, que se esconde y reaparece.
Hoy, ayer, casi toda la semana pensé en ti; ya no me duele, te lo confieso ahora, con los párpados llenos de sueño por un día pesado, te lo confieso.
Me va mejor por estos días, no es que haya encontrado el amor, o quién sabe. Pero tengo abrazos nuevos, besos nuevos que me llenan de ternura y de placer, sonrisas nuevas que me invitan a quedarme, que me calman. Ya no hay desasosiegos por tu eterna búsqueda de otros y otros y otros compromisos efimeros con el sexo y la perfección de tu status.
Solo soy yo, mirando la caída del sol y escuchando la misma tonta canción de Katy.
Este es mi día a día, esta es mi vida.
Y aunque tengo claro que no quiero que vuelvas, aún te quiero. Cómo no hacerlo?
Como no hacerlo?
domingo, 14 de junio de 2015
sin mí.
Por qué será tan difícil que me quieran, si traigo el amor en una botella y la soledad en los bolsillos.
Por qué?
Tal vez es que tu cabeza quedó enterrada en alguna construcción babilónica, tan profundo, tan profundo que ya ni tu espectro pudo venir a asustarme, ni aunque fuera para asustarme, así, por las noches.
Tal vez te has ahogado en las profundidades; algún maremoto, un temblor, una apertura en la tierra y tú, cayendo a los confines de la soledad, sin tiempo, sin amor, sin mi.
Por qué?
Tal vez es que tu cabeza quedó enterrada en alguna construcción babilónica, tan profundo, tan profundo que ya ni tu espectro pudo venir a asustarme, ni aunque fuera para asustarme, así, por las noches.
Tal vez te has ahogado en las profundidades; algún maremoto, un temblor, una apertura en la tierra y tú, cayendo a los confines de la soledad, sin tiempo, sin amor, sin mi.
lunes, 8 de junio de 2015
La cobardía.
La cobardía es la enfermedad mas grande que tiene el mundo, que lo infesta hasta sus huesos, que lo oxida y lo retrae.
Linda, por ejemplo, se olvida de ella y es feliz, más feliz que cualquiera cuando alguien comentas sus fotos de amor. Linda ama la libertad, mas sin embargo, se amarra a la opinión agena como a una piedra que cae al mar. Se agarra a las pelotas de su Dios varonil y las levanta como un trofeo.
Linda se aferra a su ficción y no es capaz de vivir con sus deseos ya que, aunque sus alas son grandes, permite que otros se las midan.
Linda, quédate donde estás, no regreses nunca; Hache borró tu ultima fotografía y es feliz ahora sin mentiras. No te aparezcas ni por sus poesías, porque te ha sacado de su vida para siempre.
Te deja con tus miedos y tus dudas, las suyas ya las tiró al basurero porque no le servían para nada.
Hache sonrrie y ya no padece nunca mas de esa enfermedad del mundo.
Linda, por ejemplo, se olvida de ella y es feliz, más feliz que cualquiera cuando alguien comentas sus fotos de amor. Linda ama la libertad, mas sin embargo, se amarra a la opinión agena como a una piedra que cae al mar. Se agarra a las pelotas de su Dios varonil y las levanta como un trofeo.
Linda se aferra a su ficción y no es capaz de vivir con sus deseos ya que, aunque sus alas son grandes, permite que otros se las midan.
Linda, quédate donde estás, no regreses nunca; Hache borró tu ultima fotografía y es feliz ahora sin mentiras. No te aparezcas ni por sus poesías, porque te ha sacado de su vida para siempre.
Te deja con tus miedos y tus dudas, las suyas ya las tiró al basurero porque no le servían para nada.
Hache sonrrie y ya no padece nunca mas de esa enfermedad del mundo.
viernes, 5 de junio de 2015
No me pienses
En esos sueños locos que a veces tengo contigo, me veo abrazandote y tu me dejas dar la vuelta a tu vida con mis brazos.
Y tu enojo es siempre a la distancia, como si no pudieras decirme de frente que me has borrado te tu soledad.
Siempre el teléfono y tus rabias ancestrales que quieren matarme, quemarme como papel.
Te veo ahora un poco mas lejos, no se de dónde salen esos sueños locos, pero me hacen verte lejos, y es así como voy apilando tus recuerdos para prenderles fuego con el tiempo, pero no me pienses por favor, no me pienses, porque así ya no tendré que soñarte, ni pensarte para otra vez olvidarte.
Y tu enojo es siempre a la distancia, como si no pudieras decirme de frente que me has borrado te tu soledad.
Siempre el teléfono y tus rabias ancestrales que quieren matarme, quemarme como papel.
Te veo ahora un poco mas lejos, no se de dónde salen esos sueños locos, pero me hacen verte lejos, y es así como voy apilando tus recuerdos para prenderles fuego con el tiempo, pero no me pienses por favor, no me pienses, porque así ya no tendré que soñarte, ni pensarte para otra vez olvidarte.
El mar
El mar oscuro, profundo. Si caigo en él, sin saber sus secretos, abrirá su boca inmensa y me devorará, me entregará a las criaturas abisales o me vomitará a la orilla junto a la piedra punzante o la arena caliente.
El mar nos cuenta también a veces con susurros las historias de todas las botellas que han llevado mensajes a la inmensidad.
El mar es un monstruo sobre cuya espalda habitamos como misterios, un poco mas peligrosos, un poco mas mortíferos, un poco mas oscuros que él mismo.
El mar nos cuenta también a veces con susurros las historias de todas las botellas que han llevado mensajes a la inmensidad.
El mar es un monstruo sobre cuya espalda habitamos como misterios, un poco mas peligrosos, un poco mas mortíferos, un poco mas oscuros que él mismo.
domingo, 31 de mayo de 2015
5 pensamientos anti pésimistas.
1)Estúpidos aquellos humanos que bajan la cabeza para evitar algún roce con los murciélagos nocturnos, como si los murciélagos fueran igual de estúpidos como para chocarse con aquellas cabezas humanas.
2)Cuando muera quiero que incineren mis restos y las cenizas las entierren al pie de un árbol gigante, para que me absorba por sus raíces, llegar a su savia, circundar el tallo, viajar a las hojas y caer con el viento a ser polvo de nuevo.
3)Escojo a mi perro y a mi gato de entre la multitud.
4)Nada mas honesto que el manglar durmiendo con la cara inclinada en la bahía fétida y moribunda.
5)Las aves tienen la musica de los árboles.
2)Cuando muera quiero que incineren mis restos y las cenizas las entierren al pie de un árbol gigante, para que me absorba por sus raíces, llegar a su savia, circundar el tallo, viajar a las hojas y caer con el viento a ser polvo de nuevo.
3)Escojo a mi perro y a mi gato de entre la multitud.
4)Nada mas honesto que el manglar durmiendo con la cara inclinada en la bahía fétida y moribunda.
5)Las aves tienen la musica de los árboles.
nunca nos dijimos mentiras
Después de aquel beso en sus ojos pude ver una tristeza quizá parecida a la mia.
Nos habíamos encontrado después de alguna tempestad en la orilla de algún mar cansado. Unimos nuestras soledades a ver que pasaba en el camino. Pero no pudiste quererme porque no soy ella y yo tampoco puedo quererte porque no eres ella.
Nos mirábamos desesperadamente buscando algún residuo de un amor distante, y aquellos amores nuestros se alargaban como las sombras de las estrellas en la inmensidad y nos tocaban como fantasmas que no quieren ser olvidados.
Nos besábamos a ver que pasaba, nos queríamos a ratos y a ratos nos olvidabamos; nos manteníamos de intentos y nos cansábamos también.
Lo cierto es que nos faltaba todo y nada nos sobraba. Pero, con todos los enredos sentimentales y los todos los silencios, nunca, nunca nos dijimos mentiras.
Nos habíamos encontrado después de alguna tempestad en la orilla de algún mar cansado. Unimos nuestras soledades a ver que pasaba en el camino. Pero no pudiste quererme porque no soy ella y yo tampoco puedo quererte porque no eres ella.
Nos mirábamos desesperadamente buscando algún residuo de un amor distante, y aquellos amores nuestros se alargaban como las sombras de las estrellas en la inmensidad y nos tocaban como fantasmas que no quieren ser olvidados.
Nos besábamos a ver que pasaba, nos queríamos a ratos y a ratos nos olvidabamos; nos manteníamos de intentos y nos cansábamos también.
Lo cierto es que nos faltaba todo y nada nos sobraba. Pero, con todos los enredos sentimentales y los todos los silencios, nunca, nunca nos dijimos mentiras.
jueves, 28 de mayo de 2015
con la oscuridad de la noche
En esta noche lenta y lluviosa, mirando a la profundidad del cielo, pienso algunas cosas y acierto a concluir que, durante los años que han pasado y hasta el día de hoy, no creo haber sido el amor de la vida de nadie.
Yo sin embargo he tenido grandes amores: locos, honestos, suaves, fuertes, demasiado suaves, tristes, románticos y un solo amor que correspondía con todas las anteriores características.
Con la oscuridad de la noche uno se siente a veces solo, sabe que el corazón merece mas que puedritas para cubrir los espacios dañados, pero es lo unico que queda. Entonces te sacas las piedritas y las tiras al mar haciendo figuritas en el agua quieta de la bahía. Los peses se asustan y saltan porque las piedras son como lucesitas para sus ojos de abismos.
Con la oscuridad de la noche uno entiende y ya hasta puede pensar que el vidrio de su ventana ahora se empaña con el calor de otro cuerpo, esa ventana por la que alguna vez se le escaparon suspiros para ti, ahora solo ha de abrirse para dejar salir el calor de otro sexo y otra angustia sentimental.
Y lo puedes pensar sin que duela, sin ponerte triste, solo sabiendo que no fuiste el amor de su vida ni de la vida de nadie y ya ni la luna puedes ver porque llegan las lluvias.
Con la oscuridad de la noche entiendes muchas cosas, sobre todo a saber que estás solo y que a veces también así se siente bien. Se puede estar sin pelear contra el destino y sin gritar, porque sabes de toda las cosas del pasado que cayeron en tu alma y aun asi estás vivo y no tienes miedo.
Ya no tengo miedo, esa es mi suerte.
Yo sin embargo he tenido grandes amores: locos, honestos, suaves, fuertes, demasiado suaves, tristes, románticos y un solo amor que correspondía con todas las anteriores características.
Con la oscuridad de la noche uno se siente a veces solo, sabe que el corazón merece mas que puedritas para cubrir los espacios dañados, pero es lo unico que queda. Entonces te sacas las piedritas y las tiras al mar haciendo figuritas en el agua quieta de la bahía. Los peses se asustan y saltan porque las piedras son como lucesitas para sus ojos de abismos.
Con la oscuridad de la noche uno entiende y ya hasta puede pensar que el vidrio de su ventana ahora se empaña con el calor de otro cuerpo, esa ventana por la que alguna vez se le escaparon suspiros para ti, ahora solo ha de abrirse para dejar salir el calor de otro sexo y otra angustia sentimental.
Y lo puedes pensar sin que duela, sin ponerte triste, solo sabiendo que no fuiste el amor de su vida ni de la vida de nadie y ya ni la luna puedes ver porque llegan las lluvias.
Con la oscuridad de la noche entiendes muchas cosas, sobre todo a saber que estás solo y que a veces también así se siente bien. Se puede estar sin pelear contra el destino y sin gritar, porque sabes de toda las cosas del pasado que cayeron en tu alma y aun asi estás vivo y no tienes miedo.
Ya no tengo miedo, esa es mi suerte.
domingo, 24 de mayo de 2015
poco a poco te olvido.
Poco a poco me voy alejando. Porque esto de amar a quien no lo quiere a uno es como jugar tenis, pero solo, un sube y baja: un sube sin baja y un baja y nada mas bajas.
El tiempo cae sobre todas las cosas y mas aún sobre mí, así que no da espera seguir pensándote y acumular estampitas para pegar en las nubes.
Del pasado solo quedan las fotografías y la distancia.
Del presente?
El espectáculo sensorial de otro pelo y otras manos que esperan por mi.
El tiempo cae sobre todas las cosas y mas aún sobre mí, así que no da espera seguir pensándote y acumular estampitas para pegar en las nubes.
Del pasado solo quedan las fotografías y la distancia.
Del presente?
El espectáculo sensorial de otro pelo y otras manos que esperan por mi.
sábado, 23 de mayo de 2015
soy un pequeño monstruo
No puedo evitar ser un pequeño monstruo a veces, lo admito.
Yo también he dañado, he herido. Ciertas protuberancias en mi espalda me dicen que alguna vez tuve alas, pero los demonios también vuelan.
No soy buena, de eso no tengo dudas. He sido egoísta, compulsiva, he inclinado mi mano al infierno para sacar a este mundo otros demonios y he dejado en el corazón pedacitos de piedra para ocaciones especiales.
Amar también a veces es un defecto, puesto que no todos los amores nos harán mejores.
Soy un pequeño demonio con un sombrerito blanco. Soy de aquí, soy yo.
Y no es un pecado, es redención por vidas pasadas y supongo que no debo resistirme.
Yo también he dañado, he herido. Ciertas protuberancias en mi espalda me dicen que alguna vez tuve alas, pero los demonios también vuelan.
No soy buena, de eso no tengo dudas. He sido egoísta, compulsiva, he inclinado mi mano al infierno para sacar a este mundo otros demonios y he dejado en el corazón pedacitos de piedra para ocaciones especiales.
Amar también a veces es un defecto, puesto que no todos los amores nos harán mejores.
Soy un pequeño demonio con un sombrerito blanco. Soy de aquí, soy yo.
Y no es un pecado, es redención por vidas pasadas y supongo que no debo resistirme.
viernes, 22 de mayo de 2015
sin memoria
Cuando tenia 8 años vi llegar a mi hermano mayor en un ataúd gris. A través del vidrio del cajón vi su cara hinchada y los gritos de mi madre me decían que era él y que estaba muerto. Aun a pesar de todo lo experimentado en aquel triste día, yo, semanas después me seguía sentando en la puerta los sábados en la tarde con la esperanza de verlo llegar.
Cualquier figura a la distancia me hacia creer que todo era una mentira y que mi hermano llegaba para sorprender a todos.
Yo esperé y esperé, por meses, como un perro sin memoria.
Sé ahora que mi problema no es de memoria, sino de esperanza, en lugar de dejar ir, me aferraba a la idea de que vendría de alguna manera.
Hoy contemplo mi corazón desde la lejanía del análisis personal y entiendo que aún sigo esperando a que tu amor ausente se vuelva realidad. Sigue el perro sin memoria viendo el horizonte a la espera de tus ojitos tristes y tu bella sonrisa. Y en la inmensidad del paisaje no hay rastros de ti, no vendrá tu sombra a tocar mis historias, no vendrás, no vendrás.
Y en lugar de colocar una rosa en el ataúd de tu recuerdo y verla bajar al olvido, ahuya mi corazón a la luna menguante y escribe algo para ti, sin memoria, sin ataduras, sin nada.
Cualquier figura a la distancia me hacia creer que todo era una mentira y que mi hermano llegaba para sorprender a todos.
Yo esperé y esperé, por meses, como un perro sin memoria.
Sé ahora que mi problema no es de memoria, sino de esperanza, en lugar de dejar ir, me aferraba a la idea de que vendría de alguna manera.
Hoy contemplo mi corazón desde la lejanía del análisis personal y entiendo que aún sigo esperando a que tu amor ausente se vuelva realidad. Sigue el perro sin memoria viendo el horizonte a la espera de tus ojitos tristes y tu bella sonrisa. Y en la inmensidad del paisaje no hay rastros de ti, no vendrá tu sombra a tocar mis historias, no vendrás, no vendrás.
Y en lugar de colocar una rosa en el ataúd de tu recuerdo y verla bajar al olvido, ahuya mi corazón a la luna menguante y escribe algo para ti, sin memoria, sin ataduras, sin nada.
miércoles, 20 de mayo de 2015
el blog se cerrará.
El blog se cerrará a petición de mis dilemas emocionales.
Espero haber sido útil en sus lecturas nocturnas. Dejenme sus direcciones de correo a helene-k1003@hotmail.com y les escribiré para que sepan como encontrarme en un nuevo espacio virtual. Gracias infinitas.
Espero haber sido útil en sus lecturas nocturnas. Dejenme sus direcciones de correo a helene-k1003@hotmail.com y les escribiré para que sepan como encontrarme en un nuevo espacio virtual. Gracias infinitas.
martes, 19 de mayo de 2015
El desamor es:
Es un dolorsito pequeño en el alma,
una mínima dolencia que no se de dónde sale
o en verdad no sé de dónde es que viene
o dónde es que me duele
o si es que hay razón o dolor
o si es que soy yo quien le duele en el vacío interminable a alguna soledad que me lleva a sus espaldas.
Ciertamente nadie me responderá, ni siquiera el dios que mira al otro dios de reojo, ni siquiera tu.
Ni siquiera tus ojitos pequeños, constelaciones mas altas.
Ni siquiera tus suspiros como escapes de soledades mas complejas, ni siquiera el eco de la noche en el abismo nocturno.
Ni siquiera el fuego que dejó el beso de un martes por la noche.
una mínima dolencia que no se de dónde sale
o en verdad no sé de dónde es que viene
o dónde es que me duele
o si es que hay razón o dolor
o si es que soy yo quien le duele en el vacío interminable a alguna soledad que me lleva a sus espaldas.
Ciertamente nadie me responderá, ni siquiera el dios que mira al otro dios de reojo, ni siquiera tu.
Ni siquiera tus ojitos pequeños, constelaciones mas altas.
Ni siquiera tus suspiros como escapes de soledades mas complejas, ni siquiera el eco de la noche en el abismo nocturno.
Ni siquiera el fuego que dejó el beso de un martes por la noche.
supongo que algún día...
Supongo que algún día me acostumbraré a no pensarte y simplemente podré meter mis sueños en los cabellos oscuros de otro amor.
No es que no te siga queriendo, tal vez este amor se me demore toda la vida, pero debo practicar el olvido en otros brazos y hacer como si nada y mirarle a los ojos y decirle cosas lindas y quedarme a dormir en su insomnio ya que no hay mas sueños contigo.
Y a veces se me ocurre que me piensas y luego sé que tus pensamientos son botellas en el mar, botellas que no quieren ser encontradas.
Cómo es que puede uno tener tanto amor en el desierto?
Cómo es que uno sigue esperando las botellas en el mar infinito?
Me queda la nostalgia sin sentido ni forma, un poema con tu nombre en cada palabra y una botella sin mensaje alguno.
No es que no te siga queriendo, tal vez este amor se me demore toda la vida, pero debo practicar el olvido en otros brazos y hacer como si nada y mirarle a los ojos y decirle cosas lindas y quedarme a dormir en su insomnio ya que no hay mas sueños contigo.
Y a veces se me ocurre que me piensas y luego sé que tus pensamientos son botellas en el mar, botellas que no quieren ser encontradas.
Cómo es que puede uno tener tanto amor en el desierto?
Cómo es que uno sigue esperando las botellas en el mar infinito?
Me queda la nostalgia sin sentido ni forma, un poema con tu nombre en cada palabra y una botella sin mensaje alguno.
jueves, 14 de mayo de 2015
será que fui una nube?
Me pregunto a veces, sobre todo cuando está el día nublado.
Por qué me mentiste?
Yo no me merezco lo mejor como me dijiste.
Yo no soy buena.
Por qué me dijiste esas cosas?
eso solo se dice si se siente, no se embarca uno en adulaciones que salen de ningun lado. No llenas la alberca de mierda si sabes que hundirás de cabeza a alguien que quieres.
No. Más sin embargo viendo las nubes como van dejando esos huecos en el cielo digo: será que fui una nube que cubrió los huecos que tenias en el alma?
Quien te dijo que yo era una nube?
Quien te dijo que podías jugar conmigo a tapar tus soledades?
Ahora y solo ahora le creo al estúpido, al ignorante, al verano, porque solo él sabe como me siento.
Una bofetada en esta boca que ahora me duele, un golpe en el corazón. Una despedida que inició el día en que te besé en la mejilla con la boca completa y dejé mi suerte pegada en la ventana de tu carro.
Puedes pararte ahora en el cerro mas alto de la ciudad y gritar que no fui nada, puedes desde algún helicóptero prestado tirar papeles al aire que digan que soy tan miserable y agobiante y terca y lo que se te ocurra decir. Pero al final del día, cuando cierres la puerta, cuando se acabe el orgasmo, te sentiras sola, sola como el poema de Mario, sola como yo.
Y yo estaré inclinada en el abismo de la net esperando que necesites algo para ir a rescatarte.
Por qué me mentiste?
Yo no me merezco lo mejor como me dijiste.
Yo no soy buena.
Por qué me dijiste esas cosas?
eso solo se dice si se siente, no se embarca uno en adulaciones que salen de ningun lado. No llenas la alberca de mierda si sabes que hundirás de cabeza a alguien que quieres.
No. Más sin embargo viendo las nubes como van dejando esos huecos en el cielo digo: será que fui una nube que cubrió los huecos que tenias en el alma?
Quien te dijo que yo era una nube?
Quien te dijo que podías jugar conmigo a tapar tus soledades?
Ahora y solo ahora le creo al estúpido, al ignorante, al verano, porque solo él sabe como me siento.
Una bofetada en esta boca que ahora me duele, un golpe en el corazón. Una despedida que inició el día en que te besé en la mejilla con la boca completa y dejé mi suerte pegada en la ventana de tu carro.
Puedes pararte ahora en el cerro mas alto de la ciudad y gritar que no fui nada, puedes desde algún helicóptero prestado tirar papeles al aire que digan que soy tan miserable y agobiante y terca y lo que se te ocurra decir. Pero al final del día, cuando cierres la puerta, cuando se acabe el orgasmo, te sentiras sola, sola como el poema de Mario, sola como yo.
Y yo estaré inclinada en el abismo de la net esperando que necesites algo para ir a rescatarte.
miércoles, 13 de mayo de 2015
Corazonada
Una corazonada no solo es un sentimiento de que algo va a ocurrir, no. Acabo de darme cuenta que también tiene otro significado. Una corazonada puede ser de igual manera un partido, donde lo unico que resulta partido es un corazón. Es un juego donde se involucran sentimientos y al final quien haya quedado con anomalías residuales de amor en el corazón, pierde.
Así de fácil. Pedí, no le busquemos mas explicaciones.
Así de fácil. Pedí, no le busquemos mas explicaciones.
martes, 12 de mayo de 2015
ella salió...
Ella salió, volando por la ventana.
Yo la olvidé un sábado por la mañana.
Un sábado cuando las nubes, cargada y oscuras se tragaban la luz del día.
Ella salió volando por la ventana con una explosión y esquirlas de amor quedaron incrustadas en todas las paredes de mi cuarto.
La ahogó la realidad
Quedó como un farol encendido en una tarde soleada.
Cansada y sola, ella salió volando por la ventana.
Yo la olvidé un sábado por la mañana.
Un sábado cuando las nubes, cargada y oscuras se tragaban la luz del día.
Ella salió volando por la ventana con una explosión y esquirlas de amor quedaron incrustadas en todas las paredes de mi cuarto.
La ahogó la realidad
Quedó como un farol encendido en una tarde soleada.
Cansada y sola, ella salió volando por la ventana.
lunes, 11 de mayo de 2015
no es un poema
Esto no es un poemario, es un grito desesperado que no se si escuchas. Es una conversación sin receptor. Es decirte que te quiero, sin ideas absurdas de que me digas:
-y yo a ti.
Esto no es mas que una forma de dejar mi amor en algún lado, porque pesa, en verdad pesa.
Lo absurdo pesa, no creas que no.
Es un enigma de la lucidez.
-y yo a ti.
Esto no es mas que una forma de dejar mi amor en algún lado, porque pesa, en verdad pesa.
Lo absurdo pesa, no creas que no.
Es un enigma de la lucidez.
domingo, 10 de mayo de 2015
Con una estrella rota en el alma.
Le doy prioridad a lo que siento por ti, no porque pretenda que si lo supieras podrías quererme, ya yo se que no me quieres, ni aunque te escoja y te espere en el planeta numero dos.
Le doy prioridad a tu recuerdo, que resulta ser siempre la parte mas linda de mi suerte.
Te escojo una y otra vez, sin arrepentimiento, sin culpas, aunque duele como siempre, como nunca.
Aunque tú lo escojas a él y me toque siempre devolverme con las manos en los bolsillos y una estrella rota en el alma.
Aunque a mis versos les devuelvas siempre palabras para él, palabras que me borran.
Cómo me han borrado esas palabras!
Le doy prioridad a tu recuerdo, que resulta ser siempre la parte mas linda de mi suerte.
Te escojo una y otra vez, sin arrepentimiento, sin culpas, aunque duele como siempre, como nunca.
Aunque tú lo escojas a él y me toque siempre devolverme con las manos en los bolsillos y una estrella rota en el alma.
Aunque a mis versos les devuelvas siempre palabras para él, palabras que me borran.
Cómo me han borrado esas palabras!
miércoles, 6 de mayo de 2015
solo para tí
A esta hora de la madrugada escribo para tí, solo para tí, y si lo leyeras sabrías que es únicamente para tí.
He dado tantas vueltas y me estoy desgastando la luna de tanto mirarla.
He soñado que me buscas para abrazarme, y es que sabes que me gustan los abrazos, ya solo me gustan los tuyos, ausentes y perdidos.
Si nos volviéramos a ver y volviéramos a estar como aquellos días, seguramente volvería yo a dañar todo como siempre, porque no sé ni supe y tal vez no sabré quererte, porque no sé como se cuida el amor sin una jaula y las inseguridades mías no compiten con ninguna.
El aleteo del olvido me da en la cara como un ave moribunda.
Escribo esto que no Leerás y no es para mi que lo hago. Está oscuro y las letras son negras.
Tu doblas la esquina, yo cruzo la calle. No nos veremos, no nos leeremos nunca más.
He dado tantas vueltas y me estoy desgastando la luna de tanto mirarla.
He soñado que me buscas para abrazarme, y es que sabes que me gustan los abrazos, ya solo me gustan los tuyos, ausentes y perdidos.
Si nos volviéramos a ver y volviéramos a estar como aquellos días, seguramente volvería yo a dañar todo como siempre, porque no sé ni supe y tal vez no sabré quererte, porque no sé como se cuida el amor sin una jaula y las inseguridades mías no compiten con ninguna.
El aleteo del olvido me da en la cara como un ave moribunda.
Escribo esto que no Leerás y no es para mi que lo hago. Está oscuro y las letras son negras.
Tu doblas la esquina, yo cruzo la calle. No nos veremos, no nos leeremos nunca más.
lunes, 4 de mayo de 2015
en estos días...
En estos días he sentido tanta rabia, rabia de que no me hables, de que no me escribas, de que no te importe o finjas que no te importo, que para el caso es lo mismo; escribo algo raro y fuerte, declino mis palabras, las borro y las vuelvo a escribir y las dejo ahí, porque tengo ese dolor pequeño que duele con los días un poquito más, un poquito menos, y en la intermitencia quedo como un sin nada, con las manos llenas de palabras muertas, palabras que no has leído y tal vez nunca leas.
No fue tiempo muerto esas horas en que fui feliz, siento haber dicho que enterré ese pasado.
Solo tengo rabia de que no estés nunca más y ya yo no pueda ni aunque escriba mil poemas lograr una excusa para verte.
No fue tiempo muerto esas horas en que fui feliz, siento haber dicho que enterré ese pasado.
Solo tengo rabia de que no estés nunca más y ya yo no pueda ni aunque escriba mil poemas lograr una excusa para verte.
a solas
A veces después de una cita, de las que por lo general terminan en fracaso, llego a mi casa, cierro la puerta y caigo en el universo oscuro de mi soledad. No hay nada que buscar en mí, si querían algo o esperaron algo de mí, lamento haber sido solo un mal día y una mala conversación.
Empecé a recordar qué tanto me habías aclarado lo mucho que te gusta estar a solas. Pero es algo raro ya sabes, siempre hay algo raro cuando uno intenta comprenderse. No hay nadie en casa, nunca ha habido alguien esperando desde hace varios años, pero ahora no sé por qué, se me ha dado por extrañar una compañía que nunca ha existido, una voz que me recuerde que existo.
Y estoy bien, no es para tanto. No voy a llorar ni esas cosas. No estoy triste, solo que le hacen falta algunas hojas a mi árbol. Tus hojas.
domingo, 3 de mayo de 2015
Sigue!
Vamos! Sigue gastando tu tiempo pensando en alguien que te desprecia desde lo mas profundo de su ser.
En alguien a quien no le importas y que te ha eliminado de todos los lugares de su existencia virtual.
Vamos! Sigue haciéndolo. Total, amar es gratis y eso a nadie le importa.
En alguien a quien no le importas y que te ha eliminado de todos los lugares de su existencia virtual.
Vamos! Sigue haciéndolo. Total, amar es gratis y eso a nadie le importa.
jueves, 30 de abril de 2015
tiempo muerto.
Respiro en el ambiente una tenue atmósfera de lluvia. Miro al cielo y las nubes espesas contraen y expanden el calor de las calles. Odio este día, es solo tiempo muerto.
Recuerdas cuando te besé? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando te amé? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando anhelaba verte aunque fuera de lejos? Tiempo muerto.
Recuerdas todo lo que te leí? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando te canté una canción de luna en una noche sin estrellas? Puro y miserable tiempo muerto.
Solo espero que no pienses nunca más en aquellos tiempos.
Limpio mis manos llenas de tierra, ahora que acabo de enterrar tu recuerdo.
Recuerdas cuando te besé? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando te amé? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando anhelaba verte aunque fuera de lejos? Tiempo muerto.
Recuerdas todo lo que te leí? Tiempo muerto.
Recuerdas cuando te canté una canción de luna en una noche sin estrellas? Puro y miserable tiempo muerto.
Solo espero que no pienses nunca más en aquellos tiempos.
Limpio mis manos llenas de tierra, ahora que acabo de enterrar tu recuerdo.
Tardes como esta.
En tardes como ésta quisiera irme, irme lejos y perderme mas allá de mi propio eco. Buscar un lugar donde no pueda escucharme; raparme la cabeza, cambiarme el nombre y subir la capucha, cubrir mis gestos. Irme a un lugar tan lejano que ya nadie pueda pensar en mi, donde el pensamiento de nadie logre alcanzarme. Así de lejos: que me vea yo misma caminar de espaldas bajo una noche lluviosa y solitaria, en alguna avenida de alguna ciudad sin nombre.
martes, 28 de abril de 2015
Ellas
Ella es tan grande, tan imponente que puede hacer lo que quiera, cuando quiera.
Pero sus miedos son tan grandes como sus sueños, por consiguiente no obtiene nada, excepto el aplauso y la aceptación de todos los que la rodean.
Ella lee lo que le sirve, lo que no le sirve lo borra. Sin querer va borrando sus sueños.
Algunas veces por las noches le cuesta dormir pensando cuál de esas dos "ellas" corresponde con su realidad.
Pero sus miedos son tan grandes como sus sueños, por consiguiente no obtiene nada, excepto el aplauso y la aceptación de todos los que la rodean.
Ella lee lo que le sirve, lo que no le sirve lo borra. Sin querer va borrando sus sueños.
Algunas veces por las noches le cuesta dormir pensando cuál de esas dos "ellas" corresponde con su realidad.
lunes, 27 de abril de 2015
muy a mi pesar.
No sé a quien correspondan tus besos ahora, en esta hora, bajo este cielo nublado.
A la 1:10 de la madrugada, un martes, cuando todo se ha escondido en la oscuridad, cuando pienso en ti como un sueño lejano, cuando realmente sé, que muy a mi pesar, ya me has olvidado.
Se siente amargo y terroso, lánguido, hoja desprendida, arrancada para siempre del árbol, del libro, de mi corazón. Y una brisa sola estremece mis hojas y mis brazos se inclinan al suelo empujados por el peso del cielo.
A la 1:10 de la madrugada, un martes, cuando todo se ha escondido en la oscuridad, cuando pienso en ti como un sueño lejano, cuando realmente sé, que muy a mi pesar, ya me has olvidado.
Se siente amargo y terroso, lánguido, hoja desprendida, arrancada para siempre del árbol, del libro, de mi corazón. Y una brisa sola estremece mis hojas y mis brazos se inclinan al suelo empujados por el peso del cielo.
miércoles, 8 de abril de 2015
Adios Viernes.
Viernes, el era el dios de la oscuridad, sus ojos felinos brillaban en la noche como lamparitas de papel. Sus manos suaves, sin ruido, sus calladas pisadas, su cola erguida. Subiendose por los tejados a hablar con la luna.
Viernes me esperaba en la puerta y se subia en mis pierna a hablarme en silencio. Su pelo tenia la magia de los copos de nieve. Él venía callendo en mi alma con cada sonrisa, con cada abrazo que inventé en él. Caía como una pluma, lenta y hermosamente.
Ahora, a estas horas de la tarde, miro el reloj y se que la pluma ha terminado de caer. Que la tierra se debora su corazon amarillo y sus patitas ralladas. Que la acustica de la tristeza improvisa sus sonidos en mi alma, que se mete por todos los poros de mi cuerpo y que sale por mis ojos.
llueve Viernes, llueve en mis ojos, la lluvia que trae tu recuerdo es la lluvia que inunda mi soledad, porque sin ti yo estaré un poquito mas triste, un poquito mas lejos, un poquito mas sola
Viernes me esperaba en la puerta y se subia en mis pierna a hablarme en silencio. Su pelo tenia la magia de los copos de nieve. Él venía callendo en mi alma con cada sonrisa, con cada abrazo que inventé en él. Caía como una pluma, lenta y hermosamente.
Ahora, a estas horas de la tarde, miro el reloj y se que la pluma ha terminado de caer. Que la tierra se debora su corazon amarillo y sus patitas ralladas. Que la acustica de la tristeza improvisa sus sonidos en mi alma, que se mete por todos los poros de mi cuerpo y que sale por mis ojos.
llueve Viernes, llueve en mis ojos, la lluvia que trae tu recuerdo es la lluvia que inunda mi soledad, porque sin ti yo estaré un poquito mas triste, un poquito mas lejos, un poquito mas sola
domingo, 5 de abril de 2015
Chantaje.
Llevame a tu casa, abrázame y cuentame como estuvo tu día.
Tal vez mañana a esta hora estaré muerta y no volverás a verme nunca mas.
La vida es un suspiro.
Mientras puedas
Respirame.
Tal vez mañana a esta hora estaré muerta y no volverás a verme nunca mas.
La vida es un suspiro.
Mientras puedas
Respirame.
miércoles, 1 de abril de 2015
Mariposa trémula
No se por qué hoy se me dio por sentir esa trémula mariposa en medio del pecho. Como si estuvieras un poco mas lejos que ayer, mucho mas lejos. Como si el cuerpo presintiera una distancia desconocida y la magnética onda que nos unía, hoy está sin fuerza.
Puedo pensar en ti todas horas del día y separarlas por secciones de intensidad, pero no sé por qué hoy fue a mayor escala; será que la locura se parece al desamor? será porque el olvido me aterra?
Qué será?
Donde estará el olvido en que me tienes?
A donde se habrá ido?
Que locura todo esto cierto?
Mariposa trémula que trae tu mensaje dice: Sé que me pensaste hoy. Pero no se dónde.
Puedo pensar en ti todas horas del día y separarlas por secciones de intensidad, pero no sé por qué hoy fue a mayor escala; será que la locura se parece al desamor? será porque el olvido me aterra?
Qué será?
Donde estará el olvido en que me tienes?
A donde se habrá ido?
Que locura todo esto cierto?
Mariposa trémula que trae tu mensaje dice: Sé que me pensaste hoy. Pero no se dónde.
martes, 31 de marzo de 2015
Demonio literario
Esta es la historia, o mejor dicho una aproximación al viejo monstruo que vagaba por las calles de Cartagena.
Sus cabellos enredados y abundantes suplicaban por un baño, una fresca brisa que tal vez calmara su agobiante pelea contra el sol de la tarde y los calores insoportables que traían los veranos eternos de esta ciudad.
Su caminar pausado, sus uñas largas, sus pies casi descalzos y un tabaco envuelto en hojas de árboles lunares. Devoraba libros y periódicos viejos, se comía la sangre de las bibliotecas como esas pequeñas sanguijuelas de rio.
Le gustaba mirar el cielo y respirar el aire de los días. Su sueño era ser poeta. Su sueño era correr por los encantos de la literatura contemporánea y ganar todo el dinero que alcanzara para comprar la infinita basura literaria y tirarla a lo largo de la avenida Pedro De Heredia e incendiarla toda escuchando canciones de Soda Stereo (la ciudad de la furia, para ser exactos)
Tenía a cargo tres cuadras a la redonda, desde el lugar donde vivía, hasta más allá de las canchas de microfútbol del mismo barrio. Su poder era mínimo por la falta de práctica y el abandono tan evidente en que había dejado su poder angelino.
Las criaturas como Briay cuando dejan de ser presionadas por el poder celestial, empiezan a cambiar su aspecto; su poder se anula. Lo único que le queda es una capacidad única para escapar de los accidentes, huir de las peleas y las agresiones de los seres humanos.
Briay ahora solo era un humano con un leve aspecto diabólico, una especie de criatura limbica que no se puede describir a simple vista. Había perdido sus alas hacía más de 200 años. Algún Dios mezquino y olvidadizo le había dejado a su libre albedrío y él solo encontró consuelo en los libros.
El barrio se volvió peligroso. Briaiy nunca más volvió a salir por las noches a luchar por la justicia deprimida de la ciudad.
Su barba creció un poco y sus dientes se pusieron negros a causa del tabaco sin filtro y el vino tinto de caja.
Una tarde de abril, mientras los niños corrían a bañarse en un aguacero repentino, Briay contemplaba atento el movimiento la brisa que jugaba con las gotas de agua. De repente notó que había un lugar en donde no caía agua. Parecía no mojarse y ni siquiera el piso se mojaba. Su instinto dormido empezó a despertarse. Se retiró lentamente de la ventana y bajó al primer piso a ver qué pasaba. Al salir a la calle vio un hombre parado en ese lugar, el mismo lugar que no se mojaba. El hombre estaba seco a pesar del torrencial aguacero que estaba cayendo, su aspecto de callejero le tranquilizó un poco, pues pensó que tal vez era uno igual a él. Pero no. El extraño se aproximó lentamente hasta donde Briay estaba.
-¿Eres Briay Savlé? Traigo algo para ti- El hombre extendió su mano Y le entregó una cajita pequeña, gris, de madera y con algunas inscripciones que le hicieron temblar de miedo.
-Sí. Soy ese- Respondió Briay sosteniendo la cajita entre sus manos.
La inscripción decía “IESUS OMNIMUS SALVATOR”
El hombre se acercó más a Briay y le dijo:
-Viernes santo. Iesus nazarenvs rex ivdaeorvm me manda a recuperar tu alma. Oblitus litterarum, veni nobiscum.
Briay abrió la cajita y en su interior había dos pequeñas alas blancas cuya luz incandescente lo dejó un poco aturdido.
-Libertad, Dios, tus alas otra vez, oblitus litteratum. No volverás a estar solo- Dijo el hombre.
-¿Quién te dijo que estoy solo?- respondió Briay. Y tapando cuidadosamente la cajita, se la devolvió con una leve sonrisa en el rostro. Respiró profundamente y miró el cielo. La lluvia empezaba a disiparse y el sol se asomaba con esa luz triste de las 4:30 de la tarde. Dio la espalda al hombre y mientras caminaba sacaba de su mochila un libro, una pequeña antología literaria de Mario Benedetti, separó algunas hojas y abrió el libro en un poema exacto, se detuvo un momento, volvió a mirar al hombre que aún estaba incrédulo y le leyó el título del poema en voz alta: “Si Dios fuera una mujer” y siguió caminando, sacó un cigarrillo y se lo fue fumando por todo el camino.
Sus cabellos enredados y abundantes suplicaban por un baño, una fresca brisa que tal vez calmara su agobiante pelea contra el sol de la tarde y los calores insoportables que traían los veranos eternos de esta ciudad.
Su caminar pausado, sus uñas largas, sus pies casi descalzos y un tabaco envuelto en hojas de árboles lunares. Devoraba libros y periódicos viejos, se comía la sangre de las bibliotecas como esas pequeñas sanguijuelas de rio.
Le gustaba mirar el cielo y respirar el aire de los días. Su sueño era ser poeta. Su sueño era correr por los encantos de la literatura contemporánea y ganar todo el dinero que alcanzara para comprar la infinita basura literaria y tirarla a lo largo de la avenida Pedro De Heredia e incendiarla toda escuchando canciones de Soda Stereo (la ciudad de la furia, para ser exactos)
Tenía a cargo tres cuadras a la redonda, desde el lugar donde vivía, hasta más allá de las canchas de microfútbol del mismo barrio. Su poder era mínimo por la falta de práctica y el abandono tan evidente en que había dejado su poder angelino.
Las criaturas como Briay cuando dejan de ser presionadas por el poder celestial, empiezan a cambiar su aspecto; su poder se anula. Lo único que le queda es una capacidad única para escapar de los accidentes, huir de las peleas y las agresiones de los seres humanos.
Briay ahora solo era un humano con un leve aspecto diabólico, una especie de criatura limbica que no se puede describir a simple vista. Había perdido sus alas hacía más de 200 años. Algún Dios mezquino y olvidadizo le había dejado a su libre albedrío y él solo encontró consuelo en los libros.
El barrio se volvió peligroso. Briaiy nunca más volvió a salir por las noches a luchar por la justicia deprimida de la ciudad.
Su barba creció un poco y sus dientes se pusieron negros a causa del tabaco sin filtro y el vino tinto de caja.
Una tarde de abril, mientras los niños corrían a bañarse en un aguacero repentino, Briay contemplaba atento el movimiento la brisa que jugaba con las gotas de agua. De repente notó que había un lugar en donde no caía agua. Parecía no mojarse y ni siquiera el piso se mojaba. Su instinto dormido empezó a despertarse. Se retiró lentamente de la ventana y bajó al primer piso a ver qué pasaba. Al salir a la calle vio un hombre parado en ese lugar, el mismo lugar que no se mojaba. El hombre estaba seco a pesar del torrencial aguacero que estaba cayendo, su aspecto de callejero le tranquilizó un poco, pues pensó que tal vez era uno igual a él. Pero no. El extraño se aproximó lentamente hasta donde Briay estaba.
-¿Eres Briay Savlé? Traigo algo para ti- El hombre extendió su mano Y le entregó una cajita pequeña, gris, de madera y con algunas inscripciones que le hicieron temblar de miedo.
-Sí. Soy ese- Respondió Briay sosteniendo la cajita entre sus manos.
La inscripción decía “IESUS OMNIMUS SALVATOR”
El hombre se acercó más a Briay y le dijo:
-Viernes santo. Iesus nazarenvs rex ivdaeorvm me manda a recuperar tu alma. Oblitus litterarum, veni nobiscum.
Briay abrió la cajita y en su interior había dos pequeñas alas blancas cuya luz incandescente lo dejó un poco aturdido.
-Libertad, Dios, tus alas otra vez, oblitus litteratum. No volverás a estar solo- Dijo el hombre.
-¿Quién te dijo que estoy solo?- respondió Briay. Y tapando cuidadosamente la cajita, se la devolvió con una leve sonrisa en el rostro. Respiró profundamente y miró el cielo. La lluvia empezaba a disiparse y el sol se asomaba con esa luz triste de las 4:30 de la tarde. Dio la espalda al hombre y mientras caminaba sacaba de su mochila un libro, una pequeña antología literaria de Mario Benedetti, separó algunas hojas y abrió el libro en un poema exacto, se detuvo un momento, volvió a mirar al hombre que aún estaba incrédulo y le leyó el título del poema en voz alta: “Si Dios fuera una mujer” y siguió caminando, sacó un cigarrillo y se lo fue fumando por todo el camino.
domingo, 29 de marzo de 2015
Diálogos una hora antes de oscurecer.
Hache me dijo un día que había leído un libro de Cioran y que en uno de sus apartes había encontrado una reflexión sobre la tristeza y la nostalgia. Me dijo que según el autor cuando uno esta triste, suele saber la razón por la cual está triste. Pero, cuando uno esta nostálgico, nunca sabe la razón exacta por la cual está nostálgico.
En un intento por distinguir estos dos sentimientos, Hache hizo un análisis rápido de dos sitúaciones, me dijo:
-Hace algún tiempo mi mejor amigo se fue a vivir a otra ciudad. Supe que se iba un día anterior a su partida. Mientras me abrazaba, sentí unas ganas tremendas de llorar y un sentimiento autoritario cubrió mis ojos de una humedad un poco extraviada. Un aletazo de un pájaro moribundo que venia de alguna dimensión oscura me golpeó el pecho, en el lugar exacto donde seguramente se esconde el alma. Estaba triste, sabia que estaba triste porque nuestra amistad de tantos años de pronto empezaría a ser quebradiza como azucar, lejana y dispersa.
Para explicar la nostalgia, Hache se asomó a la ventana y apuntó con el dedo índice el cielo que empezaba a oscurecerse con las primeras aguas del año y me dijo:
-Ves el cielo? Me hace recordar una tarde de octubre, cuando estaba en la casa de...-
Permaneció un momento en silencio y de inmediato supe de quién hablaba, pero como yo sabia todo lo que le costaba ese nombre, antes de que lo pronunciara le di un golpecito en el hombro y después de respirar profundo y saltarse las 5 letras, prosiguió:
-Estaba lloviendo y yo debía irme a trabajar, pero aun así, ni todas las excusas del mundo me impidieron quedarme. Hablamos toda la noche y dormimos en un abrazo que a ratos era mío y a ratos de ella.
Ese día fue hermoso. Por algún tiempo, desde que ya no la veo, me acordaba de eso y me ponía muy triste porque sabia que nunca volveriamos a coincidir tan bellamente. Ahora, cada vez que se oscurece el cielo una hora antes de anochecer, siento que algo dentro de mí se nubla también. Y no se si es que extraño ese recuerdo, si la extraño a ella, o si extraño lo que era yo en ese entonces. Pienso en mis días de infancia y la libertad de esperar la lluvia a la hora que fuera. Pienso en cuantos aguaceros vimos caer sin conocernos, y mi amor se dispersa en tantos momentos, días, horas, pedazos de mi que deambulan por tantos lados, y me siento como ahora: nostálgica; extrañandome y extrañandola y extrañando ese pedazo de mi cuerpo que fue mutilado hace billones de años y que no sé cuál es y que no sé qué es y que no sé dónde está, o si volveré a verle o si moriré perdida o si ya estoy completa o si aun me hace falta aunque ya no lo necesite, aunque aún me duela un poco.
Esta vez el mismo pájaro vuelve a golpearme. Pero, ahora no sé dónde es que me golpea.
En un intento por distinguir estos dos sentimientos, Hache hizo un análisis rápido de dos sitúaciones, me dijo:
-Hace algún tiempo mi mejor amigo se fue a vivir a otra ciudad. Supe que se iba un día anterior a su partida. Mientras me abrazaba, sentí unas ganas tremendas de llorar y un sentimiento autoritario cubrió mis ojos de una humedad un poco extraviada. Un aletazo de un pájaro moribundo que venia de alguna dimensión oscura me golpeó el pecho, en el lugar exacto donde seguramente se esconde el alma. Estaba triste, sabia que estaba triste porque nuestra amistad de tantos años de pronto empezaría a ser quebradiza como azucar, lejana y dispersa.
Para explicar la nostalgia, Hache se asomó a la ventana y apuntó con el dedo índice el cielo que empezaba a oscurecerse con las primeras aguas del año y me dijo:
-Ves el cielo? Me hace recordar una tarde de octubre, cuando estaba en la casa de...-
Permaneció un momento en silencio y de inmediato supe de quién hablaba, pero como yo sabia todo lo que le costaba ese nombre, antes de que lo pronunciara le di un golpecito en el hombro y después de respirar profundo y saltarse las 5 letras, prosiguió:
-Estaba lloviendo y yo debía irme a trabajar, pero aun así, ni todas las excusas del mundo me impidieron quedarme. Hablamos toda la noche y dormimos en un abrazo que a ratos era mío y a ratos de ella.
Ese día fue hermoso. Por algún tiempo, desde que ya no la veo, me acordaba de eso y me ponía muy triste porque sabia que nunca volveriamos a coincidir tan bellamente. Ahora, cada vez que se oscurece el cielo una hora antes de anochecer, siento que algo dentro de mí se nubla también. Y no se si es que extraño ese recuerdo, si la extraño a ella, o si extraño lo que era yo en ese entonces. Pienso en mis días de infancia y la libertad de esperar la lluvia a la hora que fuera. Pienso en cuantos aguaceros vimos caer sin conocernos, y mi amor se dispersa en tantos momentos, días, horas, pedazos de mi que deambulan por tantos lados, y me siento como ahora: nostálgica; extrañandome y extrañandola y extrañando ese pedazo de mi cuerpo que fue mutilado hace billones de años y que no sé cuál es y que no sé qué es y que no sé dónde está, o si volveré a verle o si moriré perdida o si ya estoy completa o si aun me hace falta aunque ya no lo necesite, aunque aún me duela un poco.
Esta vez el mismo pájaro vuelve a golpearme. Pero, ahora no sé dónde es que me golpea.
la nostalgia.
La nostalgia es una mujer vestida de blanco. Lleva las manos llenas de retazos de memoria y la punta de su vestido se ha mojado en el agua de sal.
Entonces la nostalgia esta siempre llena de recuerdos y huntada de mar.
Entonces la nostalgia esta siempre llena de recuerdos y huntada de mar.
miércoles, 25 de marzo de 2015
Conversaciones de estación.
Angel- Tengo que contarte algo que me pasó.
Demián- Sí? tienes cara de estúpido, seria bueno que abreviaras o de seguro que me vas a aburrir.
Ángel- Bueno. Conocí a alguien. Es una mujer hermosa, tiene una mirada que atraviesa todo mi ser.
Demián- Sabes con respecto a lo de abreviar, era en serio. Mis problemas no son tan graves como los tuyos por lo que veo. Pero yo si acortaré lo que voy a decirte.
Ángel- Sus ojos, su piel. Ella dice que odia su piel en algunas partes pero...
Damián- seguramente habrás viajado en autobús por las noches.
Ángel- Su piel es como un espacio donde me gusta perderme...
Damián- Ayer nos cayeron 4 bandidos en uno de esos buses de las rutas nocturnas. Sus armas tenen una luz grisácea opaca que hace que a uno se le afloje la mierda en un segundo.
Sus caras, no las recordaría ni aunque se me hubieran venido encima. Solo oyes los gritos los llantos, el ruido y en segundos todo vuelve a la normalidad.
Ángel- Pero ella no se imagina que yo a la final amo mas su olor y su mirada que su sexo o su cuerpo o...
Damián- Pero no es una normalidad común. Osea, no se si me entiendes, pero, estás entero y solo puedes agradecer. Y recuerdas todos tus muertos y todos tus vivos y te llenas de recuerdos y un hueco se te abre en el pecho y recuerdas el olor de la mujer que amas y quieres llamarla y preguntarle si está bien, cuando el que casi se acabas de morir eres tu y sí.
Ángel- Ella es la imagen mas perfecta que jamas he sentido con todos los lugares de mi conciencia. Ella no me ama pero...
Damián- No te ama? Jajajajjaja. Bueno.
Ángel- No te rías. No me has prestado atención, bueno, ni yo a ti. Pero..
Damián- No. Yo no hablé para que me prestaras atención. Necesitaba decirlo, solo eso. Y no me sigas con tu cuento que desde el inicio te dije que no estaba para estupideces. Ya me voy. Y no te preocupes por esa mujer, mas bien ten cuidado. La ciudad está peligrosa. Debo tomar el bus que viene ahí, son las 12:20. Adiós.
Demián- Sí? tienes cara de estúpido, seria bueno que abreviaras o de seguro que me vas a aburrir.
Ángel- Bueno. Conocí a alguien. Es una mujer hermosa, tiene una mirada que atraviesa todo mi ser.
Demián- Sabes con respecto a lo de abreviar, era en serio. Mis problemas no son tan graves como los tuyos por lo que veo. Pero yo si acortaré lo que voy a decirte.
Ángel- Sus ojos, su piel. Ella dice que odia su piel en algunas partes pero...
Damián- seguramente habrás viajado en autobús por las noches.
Ángel- Su piel es como un espacio donde me gusta perderme...
Damián- Ayer nos cayeron 4 bandidos en uno de esos buses de las rutas nocturnas. Sus armas tenen una luz grisácea opaca que hace que a uno se le afloje la mierda en un segundo.
Sus caras, no las recordaría ni aunque se me hubieran venido encima. Solo oyes los gritos los llantos, el ruido y en segundos todo vuelve a la normalidad.
Ángel- Pero ella no se imagina que yo a la final amo mas su olor y su mirada que su sexo o su cuerpo o...
Damián- Pero no es una normalidad común. Osea, no se si me entiendes, pero, estás entero y solo puedes agradecer. Y recuerdas todos tus muertos y todos tus vivos y te llenas de recuerdos y un hueco se te abre en el pecho y recuerdas el olor de la mujer que amas y quieres llamarla y preguntarle si está bien, cuando el que casi se acabas de morir eres tu y sí.
Ángel- Ella es la imagen mas perfecta que jamas he sentido con todos los lugares de mi conciencia. Ella no me ama pero...
Damián- No te ama? Jajajajjaja. Bueno.
Ángel- No te rías. No me has prestado atención, bueno, ni yo a ti. Pero..
Damián- No. Yo no hablé para que me prestaras atención. Necesitaba decirlo, solo eso. Y no me sigas con tu cuento que desde el inicio te dije que no estaba para estupideces. Ya me voy. Y no te preocupes por esa mujer, mas bien ten cuidado. La ciudad está peligrosa. Debo tomar el bus que viene ahí, son las 12:20. Adiós.
lunes, 23 de marzo de 2015
La ultima carta.
Hasta ayer me estaba preguntando hasta cuándo seria esto? Hasta cuando iba a quererte? hasta cuándo me ibas a doler? hasta cuándo dejaría de enviarte mis mensajes, esos mensajes que ya no te alteran, ni te hacen sonreír, ni mirar al cielo?
Con todo ese montón de palabras que teníamos, con toda esa tranquilidad que me dabas y esos silencios demenciales que nos hacían olvidarnos y recordarnos al tiempo. Con todo lo que dices que no existió, con todo lo que niegas y negaste, y negaras si es preciso. Porque aquí se trata de supervivencia. De salvar lo que se pueda de cada uno: tu quedaras con tu vida perfecta, Yo... Aun intento saberlo.
Pero ya no mas. Esto no va para ningún lado, yo no voy para ningún lado. No mas poemas. No mas lugares en común. Esto realmente se me está demorando mas de la cuenta. Nunca quisiste esta luna.
Te dejo mi poesía, y la que no es mia también te la dejo. Me voy.
Te dejo el roble, las soledades, y aquí en este lado del mundo desde donde te escribo esto, una lágrima cae a la pantalla de mi celular.
Y yo que decía que habías creído en mi más que nadie, porque nunca te mentí.
La lágrima se seca, ella sola como dijo Amy, al viento, a la inmensidad de mi desolación.
Y todo queda en la humedad de una lágrima. Como si todo tu recuerdo se concentrara en esa gota mágica de agua que cae del alma.
Y luego me dijeron que solo fui tu experimento científico, a lo que prefiero no dar crédito alguno, porque es mejor guardarte con esa sonrisa última que me regalaste.
Estas son mis ultimas palabras.
"Te dejaré en tu sana paz, ya que me fue imposible seguir en esta guerra"
No pienses nunca que te olvidaré porque seria olvidar el recuerdo mas hermoso que jamas he tenido y eso, hasta conmigo seria injusto. Pero me voy. Me llevo la luna en el bolsillo y espero que esta vez no esté roto, no se me salga cuando esté menguando.
Y escribo todo esto con el riesgo de parecer demente, pues nunca hubo un "nuestro amor" nunca hubo nada, y lo que nunca fue no tiene porque acusar una despedida.
Pero te digo adiós para toda la vida. Y... El resto del poema ya te lo sabes: "Aunque toda la vida siga pensando en ti"
Ahora puedes soltar todos mis recuerdo en el mar.
Con todo ese montón de palabras que teníamos, con toda esa tranquilidad que me dabas y esos silencios demenciales que nos hacían olvidarnos y recordarnos al tiempo. Con todo lo que dices que no existió, con todo lo que niegas y negaste, y negaras si es preciso. Porque aquí se trata de supervivencia. De salvar lo que se pueda de cada uno: tu quedaras con tu vida perfecta, Yo... Aun intento saberlo.
Pero ya no mas. Esto no va para ningún lado, yo no voy para ningún lado. No mas poemas. No mas lugares en común. Esto realmente se me está demorando mas de la cuenta. Nunca quisiste esta luna.
Te dejo mi poesía, y la que no es mia también te la dejo. Me voy.
Te dejo el roble, las soledades, y aquí en este lado del mundo desde donde te escribo esto, una lágrima cae a la pantalla de mi celular.
Y yo que decía que habías creído en mi más que nadie, porque nunca te mentí.
La lágrima se seca, ella sola como dijo Amy, al viento, a la inmensidad de mi desolación.
Y todo queda en la humedad de una lágrima. Como si todo tu recuerdo se concentrara en esa gota mágica de agua que cae del alma.
Y luego me dijeron que solo fui tu experimento científico, a lo que prefiero no dar crédito alguno, porque es mejor guardarte con esa sonrisa última que me regalaste.
Estas son mis ultimas palabras.
"Te dejaré en tu sana paz, ya que me fue imposible seguir en esta guerra"
No pienses nunca que te olvidaré porque seria olvidar el recuerdo mas hermoso que jamas he tenido y eso, hasta conmigo seria injusto. Pero me voy. Me llevo la luna en el bolsillo y espero que esta vez no esté roto, no se me salga cuando esté menguando.
Y escribo todo esto con el riesgo de parecer demente, pues nunca hubo un "nuestro amor" nunca hubo nada, y lo que nunca fue no tiene porque acusar una despedida.
Pero te digo adiós para toda la vida. Y... El resto del poema ya te lo sabes: "Aunque toda la vida siga pensando en ti"
Ahora puedes soltar todos mis recuerdo en el mar.
domingo, 22 de marzo de 2015
no leas esto.
Como me gustaría que un día como hoy, leyeras lo que escribo tratando de encontrarte en alguna de mis lineas.
No sabiendo que no hay una sola de esas líneas donde no estés.
Si tan solo tuviera la certeza de que me buscas en silencio en medio de tus soledades.
O de que la sola lectura de mis confesiones te alientan a querer abrazarme. Sabría que lo que dijo tu amigo: que no me amarias nunca, de que yo solo te caía bien; que despreciabas mis saludos matutinos o la fijación por saber que estabas bien sin mi. Sabria que todo eso era una mentira.
Sin tan solo hoy pudiera verte, aunque fuera de lejos y me miraras y sonrieras, sabría que todo eso era una mentira.
Y que solo son aquellos viejos problemas con tu corazón. Y que no me olvidas, y que aun miras el teléfono a ver si te escribí algo.
Y...
A quien engaño?
Solo quiero oler tu pelo y morirme después.
Y todo lo anterior dicho no es mas que un mal poema, reinventado y moribundo que te dice lo mismo todos los días.
No sabiendo que no hay una sola de esas líneas donde no estés.
Si tan solo tuviera la certeza de que me buscas en silencio en medio de tus soledades.
O de que la sola lectura de mis confesiones te alientan a querer abrazarme. Sabría que lo que dijo tu amigo: que no me amarias nunca, de que yo solo te caía bien; que despreciabas mis saludos matutinos o la fijación por saber que estabas bien sin mi. Sabria que todo eso era una mentira.
Sin tan solo hoy pudiera verte, aunque fuera de lejos y me miraras y sonrieras, sabría que todo eso era una mentira.
Y que solo son aquellos viejos problemas con tu corazón. Y que no me olvidas, y que aun miras el teléfono a ver si te escribí algo.
Y...
A quien engaño?
Solo quiero oler tu pelo y morirme después.
Y todo lo anterior dicho no es mas que un mal poema, reinventado y moribundo que te dice lo mismo todos los días.
miércoles, 18 de marzo de 2015
mail a las 10:56pm
Después de todos estos días, permanezco tal cual me lo pediste: en silencio, sin palabras, sin buscar lugares en común ni mirar a todos los carros que pasan a ver si por casualidad vas en alguno.
Pienso que es injusto escribirte después de todo, creo que es absurdo creer que quieras que te escriba, creo que ya no puedo mas. Y a pesar de saber, creer y pensar en todo esto que te digo, es inevitable que como ahora, a esta misma hora, sienta una ganas melancólicas y locas de decirte algo, algo como explicarte que no es vergonzoso decir tu nombre en púbico, algo como que no me avergüenzo nunca de que sepan que te amo loca y desesperadamente, algo como que estoy llena de ti en todos los sentidos y asi hablarte de esas cosas tontas que me pasan cuando te veo, son esas cosas que no me da pena decirlas. Sí, decirte todo eso. Pero recuerdo que no debo, que no quieres leerme, quizás, seguramente así es. Entonces siento esos desesperos del caso: la espalda se me pone tensa, me duele el cuello, froto mis manos y respiro profundo, aguanto. Y de seguro que alguna mariposa estelar revolotea en mis ojos haciéndolos enrojecer y es tarde para disimular.
Parece que estas en todos lados: en mi piel, en mi respiración, en mis ojos. Ya no lo puedo disimular, ya no lo puedo negar, ya no te lo puedo escribir.
Pienso que es injusto escribirte después de todo, creo que es absurdo creer que quieras que te escriba, creo que ya no puedo mas. Y a pesar de saber, creer y pensar en todo esto que te digo, es inevitable que como ahora, a esta misma hora, sienta una ganas melancólicas y locas de decirte algo, algo como explicarte que no es vergonzoso decir tu nombre en púbico, algo como que no me avergüenzo nunca de que sepan que te amo loca y desesperadamente, algo como que estoy llena de ti en todos los sentidos y asi hablarte de esas cosas tontas que me pasan cuando te veo, son esas cosas que no me da pena decirlas. Sí, decirte todo eso. Pero recuerdo que no debo, que no quieres leerme, quizás, seguramente así es. Entonces siento esos desesperos del caso: la espalda se me pone tensa, me duele el cuello, froto mis manos y respiro profundo, aguanto. Y de seguro que alguna mariposa estelar revolotea en mis ojos haciéndolos enrojecer y es tarde para disimular.
Parece que estas en todos lados: en mi piel, en mi respiración, en mis ojos. Ya no lo puedo disimular, ya no lo puedo negar, ya no te lo puedo escribir.
miércoles, 25 de febrero de 2015
Momentos.
En estos días que siento que te extraño más, como si hubiese sido ayer que me despedí de ti.
Como si el tiempo estuviera detenido en ciertas horas del día.
Me pongo a pensar y me gusta imaginar que a esas horas específicas del día tu también estas pensando en mi con la misma intensidad y entonces te escribo algo y me recuesto a mirar un rato la luna y me pongo a creer que lo lees en el mismo instante en que lo termino.
martes, 17 de febrero de 2015
Otra vez
Ahí viene otra vez la luna con tu recuerdo muerto, con su paso lento; con sus miradas largas por entre las hojas de los árboles. Llenando de luz brillante esta noche que ya no es más tuya ni mia.
Y la veo asomándose, y sabes...como que de repente vuelvo a sentir el olor de las sillas de tu carro o el sabor de tus comidas de tarde o el de tu bondad y tu suerte y tus miedos y tus disgustos.
Otra vez los golpesitos en el pecho.
Y trato de no tomarme el cuento tan en serio, porque quiero ser como tu. Entonces te digo adiós. Pero en las noches de luna, luna como esta. Llámale absurdo, utópico, demente quizá. Pero, el telón se abre y de nuevo están tus manos y tu piel, y tus piernas cerrándose conmigo y tu pelo, y tu voz y otra vez tus vestidos blancos.
Y la veo asomándose, y sabes...como que de repente vuelvo a sentir el olor de las sillas de tu carro o el sabor de tus comidas de tarde o el de tu bondad y tu suerte y tus miedos y tus disgustos.
Otra vez los golpesitos en el pecho.
Y trato de no tomarme el cuento tan en serio, porque quiero ser como tu. Entonces te digo adiós. Pero en las noches de luna, luna como esta. Llámale absurdo, utópico, demente quizá. Pero, el telón se abre y de nuevo están tus manos y tu piel, y tus piernas cerrándose conmigo y tu pelo, y tu voz y otra vez tus vestidos blancos.
viernes, 13 de febrero de 2015
El amor existe...
El amor existe, me se su dirección. Pero no es para mi, no ahora, no mañana, no en todos los tiempos del verbo, ni en todos los tiempos de las tardes de febrero.
Lo que me queda del amor es una foto, y de cuando en cuando la tibia sensación de tener sus manos en mi espalda, su respiracion, a ratos sus miradas torcidas y malencaradas, su boca limpia, su sonrisa clara; sus besos, en mis labios que ahora duelen, sus besos en ningun lado.
Lo que me queda del amor es una foto, y de cuando en cuando la tibia sensación de tener sus manos en mi espalda, su respiracion, a ratos sus miradas torcidas y malencaradas, su boca limpia, su sonrisa clara; sus besos, en mis labios que ahora duelen, sus besos en ningun lado.
viernes, 6 de febrero de 2015
Tal vez.
De suerte que hoy no salio la luna a traer tu recuerdo muerto. De suerte las nubes que la ocultan y el resplandor brillante de la ciudad de esta hora que distrae la vista.
Y pienso: si tan solo hubiera sabido como quererte, tal vez odiaría las nubes de hoy.
Tal vez aun fuera octubre.
Y pienso: si tan solo hubiera sabido como quererte, tal vez odiaría las nubes de hoy.
Tal vez aun fuera octubre.
martes, 27 de enero de 2015
El sapo y la piedra
Después de una fuerte tormenta, un sapo salió de paseo a la orilla del río. Hacia mucho tiempo no lo hacia, así que se sintió muy animado, además que al terminar la fuerte lluvia, todo el cielo se despejó y la luna quedó brillando y solo a ratos una nube pequeña la cubría y descubría rápidamente.
Al llegar a la orilla mas clara del río, notó algo extraño en el agua y se acercó a ver de qué se trataba. Era una piedra blanca que resplandecía con la luz de la Luna y tenía una sonrisa que dejó completamente atónito al sapo.
El se acercó y le habló, la piedra le respondió contenta y sonriente, así que el sapo se quedó con ella hasta que amaneció.
Hablaron de muchas cosas, estaban felices los dos por haberse conocido.
Pasaron días y la piedra le perdió al sapo que la visitara mas seguido, entonces la amistad fue creciendo. Él le escribía poemas y ella amaba escucharlo recitar en la charca mas cercana. Ella le decía que su voz era como la de un ángel y que amaba cada linea que él le escribía. Así pasaron muchos días más y el sapo incontrolablemente se enamoró de la piedra.
Le dijo mil veces que la amaba. Se lo repitió tantas veces con un miedo terrible a que ella dejara de oírlo y así se le olvidara quererlo de vuelta. Pero ella despertó una mañana y vio en su orilla una carta más del sapo, pero esta vez no quiso leerla. La metió al agua y dejó que se deshiciera con la humedad.
Todos los días él llevaba su carta y la dejaba en la orilla. Ella las sumergía sin leerlas.
-Ya no vuelvas más. Guarda tus cartas que ya no quiero leerlas.- Dijo la piedra.
- Pero, por qué? Si antes te gustaban y ahora ni las lees. Que ha pasado?- Preguntó el sapo.
La piedra guardó un silncio absoluto, cerro sus ojos y se sumergió tan profundo que el sapo ya no pudo verla.
Pero aun así, el volvía y volvía, todos los días a ver si ya la podía ver.
Empezó a inventarla en la luna, a soñar, con un beso de agua, con una mirada que nunca llegaría.
Se cansó de ir a buscarla, pero nunca dejó de escribirle hasta llenar mil cuadernos con sus promesas y su dolor. Pero no sirvió de nada.
Una tarde de enero se volvieron a ver por las mismas orillas y ya nada era igual.
La piedra lo miraba como si lo odiara, como si tuviera asco del sapo.
-Tal vez son mis babas, o mi boca sin dientes, o el saber que no soy una piedra como ella, clara y resplandeciente; que no soy del agua y que tengo damasiada peste en estas piernas saltarinas. - Pensó el sapo.
Se detuvo en un camino, en uno de sus paseos nocturnos y le pidió un deseo al dios del bosque: pidió ser una piedra blanca, que la luna la iluminara por encima del agua cristalina.
El dios del bosque le dijo que si quería ser una piedra para que lo amaran, nunca le iba a conceder ese deseo, ya que el amor es el unico sentimiento que un dios no puede dominar.
El sapo le respondió:
- yo no quiero ser una piedra para que ella me ame, yo quiero ser una piedra para no sentir nada, para que el agua no me humedezca ni la luz de la luna me afecte; yo quiero ser una piedra para que no me duela el corazón, para no tener manos con las cuales escribirle más poemas, para sumergirme sin importarme nada. Para eso quiero ser una piedra.
El dios del bosque le dijo:
-Déjame pensarlo unos días y te tendré la respuesta a tu deseo.
Y el sapo se quedó esperando y escribió este cuento una y otra y otra vez, hasta endurecerse sin resentmientos, sin pesares, sin amor, y asi logró ponerle el final a esta historia con su imagen reseca y pesada hundiéndose lentamente en el pantano.
Al llegar a la orilla mas clara del río, notó algo extraño en el agua y se acercó a ver de qué se trataba. Era una piedra blanca que resplandecía con la luz de la Luna y tenía una sonrisa que dejó completamente atónito al sapo.
El se acercó y le habló, la piedra le respondió contenta y sonriente, así que el sapo se quedó con ella hasta que amaneció.
Hablaron de muchas cosas, estaban felices los dos por haberse conocido.
Pasaron días y la piedra le perdió al sapo que la visitara mas seguido, entonces la amistad fue creciendo. Él le escribía poemas y ella amaba escucharlo recitar en la charca mas cercana. Ella le decía que su voz era como la de un ángel y que amaba cada linea que él le escribía. Así pasaron muchos días más y el sapo incontrolablemente se enamoró de la piedra.
Le dijo mil veces que la amaba. Se lo repitió tantas veces con un miedo terrible a que ella dejara de oírlo y así se le olvidara quererlo de vuelta. Pero ella despertó una mañana y vio en su orilla una carta más del sapo, pero esta vez no quiso leerla. La metió al agua y dejó que se deshiciera con la humedad.
Todos los días él llevaba su carta y la dejaba en la orilla. Ella las sumergía sin leerlas.
-Ya no vuelvas más. Guarda tus cartas que ya no quiero leerlas.- Dijo la piedra.
- Pero, por qué? Si antes te gustaban y ahora ni las lees. Que ha pasado?- Preguntó el sapo.
La piedra guardó un silncio absoluto, cerro sus ojos y se sumergió tan profundo que el sapo ya no pudo verla.
Pero aun así, el volvía y volvía, todos los días a ver si ya la podía ver.
Empezó a inventarla en la luna, a soñar, con un beso de agua, con una mirada que nunca llegaría.
Se cansó de ir a buscarla, pero nunca dejó de escribirle hasta llenar mil cuadernos con sus promesas y su dolor. Pero no sirvió de nada.
Una tarde de enero se volvieron a ver por las mismas orillas y ya nada era igual.
La piedra lo miraba como si lo odiara, como si tuviera asco del sapo.
-Tal vez son mis babas, o mi boca sin dientes, o el saber que no soy una piedra como ella, clara y resplandeciente; que no soy del agua y que tengo damasiada peste en estas piernas saltarinas. - Pensó el sapo.
Se detuvo en un camino, en uno de sus paseos nocturnos y le pidió un deseo al dios del bosque: pidió ser una piedra blanca, que la luna la iluminara por encima del agua cristalina.
El dios del bosque le dijo que si quería ser una piedra para que lo amaran, nunca le iba a conceder ese deseo, ya que el amor es el unico sentimiento que un dios no puede dominar.
El sapo le respondió:
- yo no quiero ser una piedra para que ella me ame, yo quiero ser una piedra para no sentir nada, para que el agua no me humedezca ni la luz de la luna me afecte; yo quiero ser una piedra para que no me duela el corazón, para no tener manos con las cuales escribirle más poemas, para sumergirme sin importarme nada. Para eso quiero ser una piedra.
El dios del bosque le dijo:
-Déjame pensarlo unos días y te tendré la respuesta a tu deseo.
Y el sapo se quedó esperando y escribió este cuento una y otra y otra vez, hasta endurecerse sin resentmientos, sin pesares, sin amor, y asi logró ponerle el final a esta historia con su imagen reseca y pesada hundiéndose lentamente en el pantano.
lunes, 26 de enero de 2015
Estupideces.
Quería llamarte, decirte que me hiciste sentir como Morelo, o como Ted Bundy, uno de esos a los que todos les huyen.
Quería decirte que te odio, que estoy con alguien más, y otras mentiras. Quería decirte que yo merecía un abrazo y no la foto griz de los mensajes.
Que no fue mi intención estirar las patitas de tus gafas ni sentarme al borde del mueble para dañarlo, ni decirte que te amaba, ni escribirte, ni esperarte, ni dejarte este mensaje que solo entenderías tu.
Quería decirte que te odio, que estoy con alguien más, y otras mentiras. Quería decirte que yo merecía un abrazo y no la foto griz de los mensajes.
Que no fue mi intención estirar las patitas de tus gafas ni sentarme al borde del mueble para dañarlo, ni decirte que te amaba, ni escribirte, ni esperarte, ni dejarte este mensaje que solo entenderías tu.
El piano de jhon.
En medio de una charla cualquiera en un lugar cualquiera me ha pasado que empiezo a dejar de oír lo que me dicen.
Respondo con la cabeza o con sonrisas a lo que sea que me están diciendo, y se va mi mente volviendo una especie de túnel que ahoga el exterior.
Y empiezo a fabricar tu imagen allí conmigo, aquí conmigo. Y miro mis manos: están tan vacías, tan vacías!. Como si nunca hubieran agarrado nada, como si nunca te hubieran tocado.
Y solo queda el piano de jhon golpeando con tanta fuerza que mis ojos se llenan de espejos.
Ya sabes que dije que no seria así, tu me dijiste que no querías que fuera así.
Sigo en el túnel, esperándote, sabiendo que no volverás. No me da vergüenza decirlo ni saberlo, ni sentir que aun estas en esa canción. Que hay días que solo soy esa canción de jhon que cantábamos en la distancia, cuando aun no dolíamos.
"Couse al of me..."aun cuando no estas. Como cuando estabas.
Hoy en una de esas plazas de la ciudad alguien espera por mi.
Ya no es lo mismo sabes, tal vez vaya, aun cuando se que si voy dejaré mi amor en la cama y al cerrar la puerta él se quedara ahí, esperándome.
Ya no es lo mismo. Te llevaste todos mis poderes y ya no tengo ganas de salvar el mundo.
Y hoy, por lo menos esta tarde, apagaré la radio, preparare un café y haré como si nada.
Respondo con la cabeza o con sonrisas a lo que sea que me están diciendo, y se va mi mente volviendo una especie de túnel que ahoga el exterior.
Y empiezo a fabricar tu imagen allí conmigo, aquí conmigo. Y miro mis manos: están tan vacías, tan vacías!. Como si nunca hubieran agarrado nada, como si nunca te hubieran tocado.
Y solo queda el piano de jhon golpeando con tanta fuerza que mis ojos se llenan de espejos.
Ya sabes que dije que no seria así, tu me dijiste que no querías que fuera así.
Sigo en el túnel, esperándote, sabiendo que no volverás. No me da vergüenza decirlo ni saberlo, ni sentir que aun estas en esa canción. Que hay días que solo soy esa canción de jhon que cantábamos en la distancia, cuando aun no dolíamos.
"Couse al of me..."aun cuando no estas. Como cuando estabas.
Hoy en una de esas plazas de la ciudad alguien espera por mi.
Ya no es lo mismo sabes, tal vez vaya, aun cuando se que si voy dejaré mi amor en la cama y al cerrar la puerta él se quedara ahí, esperándome.
Ya no es lo mismo. Te llevaste todos mis poderes y ya no tengo ganas de salvar el mundo.
Y hoy, por lo menos esta tarde, apagaré la radio, preparare un café y haré como si nada.
domingo, 4 de enero de 2015
fin de año.
A esa hora la brisa fría se le mete a uno por todos lados. Enfría el café y los sueños. Tirita uno en medio de la noche y hace falta un buen pretexto para hablarle a la gente. Creo que en días como éstos se abren puertas de soledad por las que nadie entra mas que la soledad de uno mismo. Hay un solo carril, no hay dirección, como en los laberintos de pinos. Y si miras hacia el cielo, la alegría del mundo explota en millones de colores y formas. La pirotecnia del alcalde convence a casi todos que sin duda es el mejor día del año.
La gente se abraza, algunos lloran, queman llantas y otras cosas en las calles; y de tantas amplificaciones con sonidos distintos no se oye musica, mas bien un grueso zumbido que imitan aleteos de insectos colosales, parece el fin de mundo y no del año.
Estar solo no es tan malo, con el tiempo te acostumbras a preparar tu propia vida por las mañanas y seguir el resto del día sin problemas. Pero en días como esos. Solo esperas que pasen las horas ( ojala rápidamente) y no le dices nada a nadie, luego esperas un mejor momento, lo recuerdas y sonríes y si hay tiempo, lo escescribes.
viernes, 2 de enero de 2015
Si no me lo dices no sirve de nada.
Cómo sabia que me quería?
Bueno. Nunca me pedía besos, ni me abrazaba sin razón, ni me lo decía con palabras. Te parecerá absurdo. Pero, creo que la forma como yo lo sabía era por sus silencios, sus incontables y largos silencios. Aunque lo sabía, casi nunca me servía de nada, y algunas veces solo me dejaba esas pequeñas goticas de ácido hirviendo en el pecho, o el ardor caliente de la sangre que empuja con fuerza el sin razón desde los brazos hasta la cara, del estomago a la garganta.
Lo mas absurdo de todo, era que a veces también lo sabia porque prefería estar con alguien mas y no conmigo.
Pero yo sabia que me quería, siempre lo supe y aún lo se. Aunque eso, amigo mio, y esta vez si soy coherente, no me sirve de nada.
Bueno. Nunca me pedía besos, ni me abrazaba sin razón, ni me lo decía con palabras. Te parecerá absurdo. Pero, creo que la forma como yo lo sabía era por sus silencios, sus incontables y largos silencios. Aunque lo sabía, casi nunca me servía de nada, y algunas veces solo me dejaba esas pequeñas goticas de ácido hirviendo en el pecho, o el ardor caliente de la sangre que empuja con fuerza el sin razón desde los brazos hasta la cara, del estomago a la garganta.
Lo mas absurdo de todo, era que a veces también lo sabia porque prefería estar con alguien mas y no conmigo.
Pero yo sabia que me quería, siempre lo supe y aún lo se. Aunque eso, amigo mio, y esta vez si soy coherente, no me sirve de nada.
jueves, 1 de enero de 2015
Qué es mejor?
Es preciso a veces pensar en algunas situaciones de la vida cotidiana. Por ejemplo: esos días como ayer que llego a casa sin ganas, con el cuerpo vencido del cansancio, buscando leer algo o escribir algo. Pero. Es oportuno dormir ante la impresionante insistencia de los párpados que se cierra solos. Entonces, comienzo a pensar: si es mejor el insomnio creador, esquizofrénico y enfermo o la somnolencia impune y catastrófica, pero saludable de las horas de sueño.
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