Me pregunto a veces, sobre todo cuando está el día nublado.
Por qué me mentiste?
Yo no me merezco lo mejor como me dijiste.
Yo no soy buena.
Por qué me dijiste esas cosas?
eso solo se dice si se siente, no se embarca uno en adulaciones que salen de ningun lado. No llenas la alberca de mierda si sabes que hundirás de cabeza a alguien que quieres.
No. Más sin embargo viendo las nubes como van dejando esos huecos en el cielo digo: será que fui una nube que cubrió los huecos que tenias en el alma?
Quien te dijo que yo era una nube?
Quien te dijo que podías jugar conmigo a tapar tus soledades?
Ahora y solo ahora le creo al estúpido, al ignorante, al verano, porque solo él sabe como me siento.
Una bofetada en esta boca que ahora me duele, un golpe en el corazón. Una despedida que inició el día en que te besé en la mejilla con la boca completa y dejé mi suerte pegada en la ventana de tu carro.
Puedes pararte ahora en el cerro mas alto de la ciudad y gritar que no fui nada, puedes desde algún helicóptero prestado tirar papeles al aire que digan que soy tan miserable y agobiante y terca y lo que se te ocurra decir. Pero al final del día, cuando cierres la puerta, cuando se acabe el orgasmo, te sentiras sola, sola como el poema de Mario, sola como yo.
Y yo estaré inclinada en el abismo de la net esperando que necesites algo para ir a rescatarte.
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