lunes, 27 de abril de 2015

muy a mi pesar.

No sé a quien correspondan tus besos ahora, en esta hora, bajo este cielo nublado.
A la 1:10 de la madrugada, un martes, cuando todo se ha escondido en la oscuridad, cuando pienso en ti como un sueño lejano, cuando realmente sé, que muy a mi pesar, ya me has olvidado.
Se siente amargo y terroso, lánguido, hoja desprendida, arrancada para siempre del árbol, del libro, de mi corazón. Y una brisa sola estremece mis hojas y mis brazos se inclinan al suelo empujados por el peso del cielo.

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