No puedo evitar ser un pequeño monstruo a veces, lo admito.
Yo también he dañado, he herido. Ciertas protuberancias en mi espalda me dicen que alguna vez tuve alas, pero los demonios también vuelan.
No soy buena, de eso no tengo dudas. He sido egoísta, compulsiva, he inclinado mi mano al infierno para sacar a este mundo otros demonios y he dejado en el corazón pedacitos de piedra para ocaciones especiales.
Amar también a veces es un defecto, puesto que no todos los amores nos harán mejores.
Soy un pequeño demonio con un sombrerito blanco. Soy de aquí, soy yo.
Y no es un pecado, es redención por vidas pasadas y supongo que no debo resistirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario