Allá, donde quiera que estés, en esa lejanía de árboles de lienzo, sigues cerrando todas las ventanas por las que asomo a verte, enterrando todos mis recuerdos con la sutilidad que corresponda.
Olvidándome. Pero no importa cuantas veces me olvides, así de tantas cerrarás tus ojos y volverás a verme, así de tantas alguien tocara tus labios y recordadas los míos, así de tantas como sea posible, cuando seas posible.
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