lunes, 5 de octubre de 2015

En la noche

Tu boca entre abierta llamándome, tus ojos cerrados, tu piel, tus besos subterráneos, los barcos de mis manos navegando en tus aguas, tu temblor, tu respiración cargada de lluvia y estrellas; tus ganas, las mías.
A lo largo de tu cuerpo, el mío. Buscándonos desesperadamente en la oscuridad. Encontrándonos, soñándonos, olvidándonos, nos, nos, nos, las terminaciones de las palabras que nos unían y luego otras.
Tú, abriéndote a mi cielo, cayendo sobre mí, derramándonos, perdiéndonos por completo en pequeños gritos, en pequeños silencios.
Agudos y perfectos cuerpos iguales, con los labios llenos de cerveza y de vino. Afuera nada, adentro? Yo, tu, o al revez o en todas las formas, como las figuras que hacía tu lengua entre las ranuras cósmicas de mi soledad.

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