domingo, 25 de diciembre de 2016

Ella...

Ella seguía escribiendo después de tanto tiempo, después de todas las bombas que cayeron. A su al rededor cenizas húmedas y mas tiempo por gastar; bajo el agua, ya sin respiración.
entre sus manos las historias salían ligeramente hasta convertirse en pequeñas olas que se acostaban en la playa a ver el cielo,
como en aquellos días en que todos los parajes eran buenos para leer, en que el cielo era azul y no habían venidos a buscarla.
Ella aguarda a la orilla de aquella playa de rocas, espera que alguien la mire para entrar en sus ojos, para volver al papel.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Ahora pudo saber cuánto la quiso, que fue bastante en cierto modo.
Ahora pudo saber cómo la quiso, sólo en privado, detrás de sus paredes, detrás de la puerta, a las dos de la madrugada con amor de felinos... de soledad.

Desde el balcón.

Hace un poco de calor en Cartagena, ha llovido, y el fuego escondido debajo del asfalto ha salido a reemplazar al sol.
Fumando un cigarrillo en el balcón miro el humo a lo lejos y me fumo la ciudad.
Los gatos seleccionan su color al nacer.
Escogen compañía y se van cuando quieren. Cuántos humanos tratando de imitarlos...

domingo, 2 de octubre de 2016

A Lady...

El pasado no es más que eso, pasado.
Pero Macbet tiene una manera enfermiza de regresar a él como  volver a resguardarse debajo de un árbol que ya no tiene hojas.
El pasado tiene una piel y unos ojos que jamás la volverán a mirar.
"Pero que bonito era cuando me miraban..."
¿Si ven como vuelve sutilmente al pasado?

Vuelve a suicidarte Macbet, hazlo como una vez lo hiciste, como un acto de rebeldía ante tanto asesinato.

domingo, 18 de septiembre de 2016

A mi amigo...

Entre el barro y las estrellas había una complicidad parecida a la que tienen  los árboles y la lluvia.
Pero los ruiditos del tiempo golpearon en las ventanas entre abiertas y se metieron por debajo de las puertas, todo era cuestión de sus malas mañas, las mañas del tiempo, como muchos dicen, son viejas, mas viejas que él mismo.
Ahora nos miro desde lejos conversando entre las calles de los olvidados, pateando las piedritas y mirando la Luna de los locos.
Y por las manías del tiempo, lejos, dispersos.
Y acá entre callecitas de caracoles y corales, de cuatro pasos, ahora solo van dos.

sábado, 3 de septiembre de 2016

La soledad es un enfermo terminal que nunca muere. Entre tanto abre los ojos y despierta de su sueño, luego sigue agónico, impensado, silencioso, impenetrable.

domingo, 21 de agosto de 2016

Tardes tuyas.

Reinventando el dolor me llegó la tarde. Tarde de esas en las que las brisas barren el cielo con sus manos oscuras, y van dejando pedazos de nubes empujadas hacia la roja lámina solar.
Escribiendo un poema con mis ojos me llegó la tarde.
Cuando ya no estás las tardes llegan solas,
sabes?
más bien no sabes cuantas tardes me trajiste.
Cuántos espectros hay ahora en cada camino, cada ventana, en cada media curva de estas calles tan viejas...

sábado, 30 de julio de 2016

Tantos amores, tantos; separados y sintiendo lo mismo. Sin conocerse.
Tantos rostros inexplicados
Tanta soledad
Tantos años y abrazos vacíos que no contenían alma
Cuantas palabras no dichas
Cuantas despedidas
Cuantos párpados cerrándose por última vez

miércoles, 27 de julio de 2016

Al final, en la carretera, llevaba casi todos mis huesos a rastras y ese dolor que se iba convirtiendo en la resignación de la lápida.
Empezó a llover y aquellos árboles que me miraban pasar, eran los árboles más tristes que jamás había visto.
Al final ellos habían ganado.

miércoles, 13 de julio de 2016

Todo ha sido una fantasía, un invento de mi mente para mantenerme distraída de todas las cosas que se venían cayendo sobre mi cabeza.
Sólo existe la suerte, como un relámpago que no a todos nos cae, que la mayoría del tiempo vemos caer sobre otras tantas cosas que no se refieren a nosotros.
Sólo existe el tiempo tallando la piedra del mundo con nuestro olvidó, en un adiós constante, eterno, que al final ni siquiera nombre tendrá .

lunes, 27 de junio de 2016

Mensaje personal.

Yo no sé  si me lees o no. Pero a veces me gusta pensar que sí.
Creer que piensas en mí cuando ves la Luna delgadina.
Yo nunca jamás me he enamorado y ahora lo sé, lo veo claramente. Salvo las dos o tres ideas que me diste de perfección yo no entiendo de otra manera como se puede desear un cuerpo y un alma a la vez. Sólo a ti, sólo cuando recuerdo tu libertad, tu felicidad, me siento enamorada, como cuando ves un paisaje, una cascada, un ave volar, no lo posees, no lo encarcelas, lo dejas ser porque lo amas.
Escribe más CV. Escribe hasta que te inviertas de adentro hacia afuera. Se como la cascada, como el ave, como el caballo de la pradera, se tú, no dejes de ser.

lunes, 20 de junio de 2016

Como el primer día.

¿Desde qué lugar viene esta forma tan extraña de pensarte?
 Después de tanto tiempo si saber de ti, sin verte; parece que el olvido no entiende de tiempo, no distingue entre tu cuerpo y el mío, tan lejanos, tan distantes, de pensamiento y de piel. Tan impensables como dos galaxias lejanísimas, sin ningún amigo en común, sin ningún lugar en común, sin nada en común ya; con tan solo este sueño recurrente dónde te hablo al oído y me sonríes, donde despierto y sé que nada es cierto, pero te sigo extrañando, como el primer  día.

lunes, 13 de junio de 2016

Estar sola

Estar sola en medio de la nada, el mundo girando, y tú: quieta como un único punto constante.
 Llueve de abajo hacia arriba, la fuerza de la gravedad invertida hace que eleves tu cuerpo y al final del cielo unas manos te esperan y al tocarlas son tus propios manos  al otro lado del mundo.

Porque al abrir los ojos todas las mañanas lo único que veías era tu rostro pegado en el techo, en las ventanas de la casa, en la puerta de tu automóvil y en mí, aunque eso era lo que más te dolía.

jueves, 2 de junio de 2016

si el dolor fuera...

Si el dolor  fuera con un pañuelo.
si fuera una flor
pero no es suave, no muere al día siguiente
es una rama que crece desde adentro   y va extendiéndose y estirándose
quebrandolo todo, despacio. y por momentos eres la rama y en otros la tela que se altera con la desolación.

viernes, 27 de mayo de 2016

pequeños ojos

Pequeños ojos que gritan, que me miran a veces, hacen más ruido en las noches cuando los recuerdo.

martes, 3 de mayo de 2016

Maleza.

Hace mucho tiempo que el olvido llegó hasta mí, el mismo dia que tomándolo por un ala lo azoté contra una roca y lo escondí debajo de mi almohada.
Cada mañana lo reviso a ver si sigue ahí y aleteando me golpea en la cara.
Repito este mismo ejercicio mortal cada dia, como para seguir caminando, como para seguir sonriendo. Pero este olvido, y tu muy bien lo sabes, aunque nunca lo diga, nace mil veces como la maleza en mis entrañas de tierra, en silencio y sin nombre.

martes, 29 de marzo de 2016

Usa tu lengua en mí como si dibujaras estrella en el cielo, constelaciones enteras, círculos de luz en mis profundidades.

A falta de todo el afecto que he necesitado tengo y he tenido un barquito de papel que suelto en el río de los sueños.

lunes, 29 de febrero de 2016

Algunos sueños.

Soñé que inventabas tu propio mundo, que te quitabas aquel uniforme azul que te hacia ver horriblemente común, que por primera vez vivías y no existías. Soñé que me recordabas con cariño y que por fin habías leído el último libro que te regalé y que habías ido a París a mirar las calles que transitó la Maga y podías ver el río y respirar los aromas que jamás respiraré.
Porque yo de este lado sólo puedo soñar con esos cielos, pero tu, tu puedes volar y surcarlos a tu antojo. Soñé que empezabas a vivir tu nombre y también soñé que leías esto y que de repente sentías ganas de venir a abrazarme.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Fuimos más...

Aunque quisiera volver a saber de ti con todas mis fuerzas sé, de ante mano, que me resultaría imprudente salir a preguntar qué ha sido de tu vida.
No debo, no puedo, no merece nustra historia una intermitencia más.
Los libros que compartimos, las horas que vivimos, el tiempo que matamos en los parques de palomas o en las plazas atestadas de soledades y cervezas, la luna que desde tu ventana vimos madrugar. Todo eso fue real. Te quise, me quisiste, nunca hubo nada " nuestro " sólo el olvido, sujetarlo con fuerza y no lo dejes ir.

lunes, 25 de enero de 2016

Este poema.

De antemano sé que la gente no se enamora con un poema, más si supiera que tú al leerlo quisieras veniar a abrazarme sería más que suficiente para mi.
Yo estoy sola y lo sabes, quizá siempre lo estuve antes de ti. Ahora vienes a arrazar con mis fracasos, a vengarte de mi pasado con todas tus fuerza y me sonríes como queriéndote llevar mis tristezas, como queriendo matar a mis verdugos, a todos mis enemigos. Ah, pero si supiera que apagarás mis años para siempre, que detendrás el tiempo con un "quédate"
No dudaría en convencerme que los poemas sí enamoran, en creer que de repente me caerán peses en la cabeza de una lluvia que llueve en un río mucho más alto que el cielo mismo. Pero no, yo lo sé, lo he sabido siempre. Se que nunca pasarás, que lo más cercano al amor será este poema que cae como un relámpago sobre esta hoja.

Soñé contigo anoche.

Con la boca seca me despierto en la noche, tras un sueño de ojos que veían más allá de la eternidad. En el sueño te revolcabas conmigo en la alegría de una tarde enero, con la brisa fría que se nos enredaba en el pelo y en el alma.
Entre mis brazos cerrados dabas vueltas y vueltas y te reías de cosas más bonitas y más tontas que todos los barcos que cruzaban en forma de nubes por sobre nuestras cabezas.
Hacíamos el amor sobre los pliegues del cielo, inclinándonos siempre al vacío, sin miedo, y me besabas como si no existiera el tiempo
 y caíamos, rodábamos con canciones en la lengua y en una sola dirección
y yo te besé todos las constelaciónes, tus ríos y tus silencios
y tu me besaste la tristeza, dos besitos que cerraron mis ojos y me hicieron despertar.


jueves, 21 de enero de 2016

De mi infancia se repiten ahora...

De mi infancia se repiten ahora, tal vez las trémulas perversiones del ego, la impaciencia y la reproducción infinita de apegos afectivos.
Como cuando en el camino largo de la entrada de la casa esperaba incansablemente todas las tardes la llegada de mi hermano muerto hacia ya buen tiempo. Así tal vez me veas esperando un te quiero, un abrazo, un mensaje de buenas noches.
No te asombres ni te asutes, uno entre tanto crece de cuerpo y adendro aún encierra los vértigos del columpio, aún se lava las manos con tierra.
No trates de comprenderme si a veces no quiero salir con ese vestido de mujer, si en su lugar quiero ponerme un pantaloncito sucio y correr por ahí.
Ven a hacerme compañía. 
Es que no ves que a veces me siento sola?
Es que no ves que a veces sólo quiero llorar porque si, porque no, o porque me haces falta? 



domingo, 17 de enero de 2016

Pensamientos trágicos en una noche fresca.

La vida ha sido como este paisaje que contemplo bajo la luna creciente de enero.
Ha sido un parpadeo, una luz incandescente. Y los recuerdos cruzan como pájaros volando en todas las direcciones.
Quise a muchos.
Muchos me quisieron? Tal vez, tal vez muera y no lo sepa nunca.
El amor de mi vida? La luna asomadita en la noche buscando mis penas.
El dolor de mi vida?
La ausencia en todas las formas de un beso, de un  beso profundo y eterno.
Y dirán tal vez a leer esto: que trágica estas Lady esta noche!
Y yo les respondería:
Un poco, sólo un poco...

domingo, 10 de enero de 2016

Márgenes celestiales.

De esas sonrisas cuyos márgenes coinciden con la eterna contemplación del universo.
Donde todo nace o todo termina, justo ahí en el lugar donde empiezas a reír y yo sólo alcanzo a respirar.
Puede venir el amor disfrazado de olvido?
Puedo colgar en sus ramas, acaso el beso que se me quedó pegado en el alma?
Puede ser el amor quien se disfrace de soledad?
Puede irse o no llegar?

Por si no me ve, por si pasa corriendo y no me mira, por si me toca las manos debajo de la mesa o me hace enternecer sin saberlo.
Por si todo eso pasa quiero escribirte esto y dejartelo debajo de la almohada.
No sabes cuantas cartas he dejado debajo de tantas soledades.
Cartas que nadie ha leído jamás.
Estoy cansada ya de tanto escribir, así que te pido: si no vas a leerla, por favor devuelvemela.

domingo, 3 de enero de 2016

Que me mires

Para que el tiempo me salve necesito tocar el cielo.
Una foto, un recuerdo un milagro.
Morir ahora
Olvidarme
Necesitaría olvidarme
Y perdeme en los afectos perdidos y sacar las manos de los bolsillos y correr, correr contra el viento, caminar bajo la lluvia, adoptar mil árboles, abrazar el mar
Para que el tiempo me salve no debe haber tiempo, no debo existir.
Para que el tiempo me salve, necesito que me mires.