lunes, 25 de enero de 2016

Soñé contigo anoche.

Con la boca seca me despierto en la noche, tras un sueño de ojos que veían más allá de la eternidad. En el sueño te revolcabas conmigo en la alegría de una tarde enero, con la brisa fría que se nos enredaba en el pelo y en el alma.
Entre mis brazos cerrados dabas vueltas y vueltas y te reías de cosas más bonitas y más tontas que todos los barcos que cruzaban en forma de nubes por sobre nuestras cabezas.
Hacíamos el amor sobre los pliegues del cielo, inclinándonos siempre al vacío, sin miedo, y me besabas como si no existiera el tiempo
 y caíamos, rodábamos con canciones en la lengua y en una sola dirección
y yo te besé todos las constelaciónes, tus ríos y tus silencios
y tu me besaste la tristeza, dos besitos que cerraron mis ojos y me hicieron despertar.


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