...y que pensar?

Esta vez no había dedicatoria
El libro estaba cerrado  como un capullo
Esta vez no hubo palabras ni saludos
Ni nada de esas cosas que uno siempre quieres decir.
Lo que envolvía el momento era un silencio voluptuoso
Un silencio que parecía gritar
Un silencio que la dejaba sorda y aturdida
No sabia que pensar, que responder
Si quebrar el tiempo, si olvidar o simplemente reírse de la figura, de la acción, del poeta que  cree en los romances
Con una sola cara

Sin palabras.

Cuando veas esto pensaras lo mismo que yo. Pero no habrán palabras.

Para quererte mejor.

Mi amor es el amor que todos tienen a ratos, pero el mío es más pesado, más denso, mas residual.
Mi amor te guarda, te busca, te detiene, te impregna, te necesita. Mi amor no sirve.
Se que no sirve, ya se. Pero mi amor aprende, decrece, se ausenta, puede con las pausas, los retrocesos, los líos, los silencios. Mi amor mejora.
Mis besos aprenden de tu lejanía, mis manos se acostumbran a dejarte ir, a los intervalos, muros, veranos.
El corazón, los músculo, los nervios, los vértices de las miradas, las tristezas de los párpados se acostumbran a quererte lejos.
Pero no pienses que se empequeñece, ni por un instante lo pienses. Porque este amor aprende para quererte mejor, solo o contigo, a ratos y a siglos. Por horas y horas de distancia.

Si pudiera ver la luna como te veo a ti... pero, luego termino viéndote como veo la luna.

Deliberaciones sobre el amor.

Existen dos cosas que debemos saber en las experiencias amorosas, una buena y una mala. La buena es que con cada nuevo amor uno aprende a cada vez querer menos. La mala es que a pesar de lo aprendido, nunca lo ponemos  en práctica.

EL MEJOR POEMA...para ti: C

He escrito tatos poemas como ha sido posible:

de amor, de dolor, olvido y soledad, de sueños de muerte,

de gente que va y viene.

Pero a mí nadie jamás me había escrito un poema

Un día, la vida  se acordó de mí y te puso ante mis ojos.

Eres el mejor poema que me han escrito, te quiero seguir leyendo...

se me ocurre que...

A veces solo empiezo a recordar tus gestos, tus miradas, son distintas con cada cosa que ves o dices. Se me ocurre que el mejor vestido que me puedo poner es tu mirada y se me ocurre que me extrañas por momentos, y ahí donde estas, desvías la mirada y la pones en mí aunque yo no esté. Es como mirar el piso, o mirar al cielo y borrar el lugar y ponerme a mi en el.
Solo se me ocurre...

ELLOS VIENEN CUANDO ANOCHECE

Ellos vienen cuando anochece

Y solo me dejan dormir  cuando ya los dejo salir a través de mis manos.

¿Dónde se esconden cuando voy por la calle? ¿Cómo es que los miro y los siento? Cómo es que esperan a que llegue hasta aquí?

Ellos vienen solos, yo no decidí escribirlos, ellos me escogieron para que yo los despertara de su sueño de aire

Ellos vienen solos cuando anochece

Me despiertan con sus ojos de felino y me quitan el sueño, como si yo fuera de ellos.

¿Por qué buscan mis manos si son torpes a veces y a veces ingenuas?

¿Por qué buscan mis ojos para entrar en ellos y hacerme desconectar de todo y ser más que una sola entidad terrea?

No sé, solo sé que no escribo, los poemas me usan para despertar a de su muerte de transparencias.

Y vienen lentos, o rápidos, justo aquí, en este preciso lugar en el que estoy escribiendo, inmediatamente después que ponga el punto final a esto y empiece a escribir otra vez.

EL PASADO

En la oscuridad de tu casa miras el espacio y preguntas por algo

Algo que no está, algo que se fue, algo que probablemente nunca regresará.

Dibujas el aire con tus manos. Es tarde, la noche sepulta tus horas.

El reloj lleva la curva de la desolación.

Y tú sigues cuestionando el tiempo. Ese tiempo que no volverá. ¿Dónde está?

 ¿Dónde se habrá escondido el pasado que esconde el presente en su aparente olvido?

 

HELENA

 

Alguna vez miró los cursos del olvido como el lejano resplandor del mar caliente, creyó en ella. Pobre helena no supo que a sus espaldas el olvido sigiloso se acercaba apretando el puñal.

A helena nadie la mira y todos creen verla. Helena escapó del Vicio, del alcohol, de las noches agitadas, un suspiro entrecortado y Helena duerme con sus ojos cerrados, no  podrá  abrirlos  más.

 ¡Qué pena!, empaña  el vidrio de la ventana con un suspiro mas, baja la mirada. Afuera el tétrico estupor de una noche sola, eso a Helena no le importa, prefiere sonreír y estremeciendo la mano un saludo al viento. Quiere correr pero se queda, quiere gritar pero se calla, quiere seguir y ya no aguanta.

Helena recorre las calles sin pensar en el mundo después del mundo. Helena no entiende de silencios, de muerte o de dolor, Helena me hace falta, me inspira, me asesina; Helena   no sabe de soledades ni de olvidos, helena es ausencia en la multitud, Helena llora y no sabe por qué, Helena canta y muere de rabia, Helena estima el tiempo como un valor inerte, Helena me extraña porque no escribe de mi, ella es angustia de eternidad, Helena vivió por mí, para mí, de mi, con migo. Helena fue, y aun cree que es pero  Helena  ya no existe…

TU NOMBRE ESTELAR

 

 Aprieto el filo de tu olvido con las paredes internas de mi  corazón

Salgo a la terraza y miro hacia el cielo, todas las estrellas llevan tu nombre

 

Tu nombre: Lo repito una y otra vez hasta que deja de tener sentido y se vuelve un sonido simple y llano.

Debería de igual modo repetir tu cuerpo hasta que se vuelva aire entre mis brazos

Debería de igual modo repetir tu recuerdo para que se vuelva espacio vacío entre mi pecho y mi cama.

Y a lo lejos tú ya no repites mi nombre y en su lugar pusiste otro.

Siete letras conjuras al viento.

Aprieto el metálico filo de tu mirada con los músculos de mi espalda.

Hielo
             soledad
                               fin
                                        despedida
                                                              adiós

 Todas las palabras se parecen a ti

Todas las palabras como estrellas.