domingo, 25 de diciembre de 2016

Ella...

Ella seguía escribiendo después de tanto tiempo, después de todas las bombas que cayeron. A su al rededor cenizas húmedas y mas tiempo por gastar; bajo el agua, ya sin respiración.
entre sus manos las historias salían ligeramente hasta convertirse en pequeñas olas que se acostaban en la playa a ver el cielo,
como en aquellos días en que todos los parajes eran buenos para leer, en que el cielo era azul y no habían venidos a buscarla.
Ella aguarda a la orilla de aquella playa de rocas, espera que alguien la mire para entrar en sus ojos, para volver al papel.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Ahora pudo saber cuánto la quiso, que fue bastante en cierto modo.
Ahora pudo saber cómo la quiso, sólo en privado, detrás de sus paredes, detrás de la puerta, a las dos de la madrugada con amor de felinos... de soledad.

Desde el balcón.

Hace un poco de calor en Cartagena, ha llovido, y el fuego escondido debajo del asfalto ha salido a reemplazar al sol.
Fumando un cigarrillo en el balcón miro el humo a lo lejos y me fumo la ciudad.
Los gatos seleccionan su color al nacer.
Escogen compañía y se van cuando quieren. Cuántos humanos tratando de imitarlos...