Ella seguía escribiendo después de tanto tiempo, después de todas las bombas que cayeron. A su al rededor cenizas húmedas y mas tiempo por gastar; bajo el agua, ya sin respiración.
entre sus manos las historias salían ligeramente hasta convertirse en pequeñas olas que se acostaban en la playa a ver el cielo,
como en aquellos días en que todos los parajes eran buenos para leer, en que el cielo era azul y no habían venidos a buscarla.
Ella aguarda a la orilla de aquella playa de rocas, espera que alguien la mire para entrar en sus ojos, para volver al papel.
domingo, 25 de diciembre de 2016
jueves, 8 de diciembre de 2016
Desde el balcón.
Hace un poco de calor en Cartagena, ha llovido, y el fuego escondido debajo del asfalto ha salido a reemplazar al sol.
Fumando un cigarrillo en el balcón miro el humo a lo lejos y me fumo la ciudad.
Fumando un cigarrillo en el balcón miro el humo a lo lejos y me fumo la ciudad.
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